El gobernadir del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, reclama una reflexión sobre el «diseño óptimo» de la Autoridad Macroprudencial, que el Gobierno quiere poner en marcha antes de las Navidades para velar por la estabilidad financiera. Y recuerda que el Fondo Monetario Internacional (FMI) critica, en las conclusiones de su revisión anual de la economía española, que España es «uno de los pocos países» que todavía no tiene una institución de estas características.

«La política macroprudencial es particularmente relevante para un país como España», argumenta Pablo Hernández de Cos, en una conferencia sobre los nuevos estándares de provisiones organizada por el Banco de España, el Instituto de Estabilidad Financiera del Banco de Pagos Internacionales (BIS) y el Cemfi. «Con una política monetaria y unas políticas microsupervisoras comunes, así como con una política fiscal sin espacio de maniobra, la política macroprudencial se ha vuelto un muy necesario ‘grado de libertad’ para lidiar con el ciclo de préstamo, una tarea que tradicionalmente había sido asignada a los bancos centrales», añade.

«Dado el rol que la política macroprudencial jugará en el futuro, probablemente ya es hora de que reflexionemos sobre el diseño óptimo de esta autoridad para mejorar la estabilidad financiera», ha apostillado durante su discurso.

El Gobierno convocó en julio, por primera vez desde 2013, al Comité de Estabilidad Financiera (Cesfi), en el que participan el Ministerio de Economía, el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), para comenzar a trabajar en la creación de la Autoridad Macroprudencial.

La ministra de Economía, Nadia Calviño, reiteró hace una semana que el compromiso del Gobierno es que antes de Navidades se hayan puesto «todas las piezas sobre la mesa», para la creación de este organismo, que debe alertar de posibles crisis y desequilibrios.

Cuidado con el crédito

El gobernador del Banco de España insiste en sus advertencias sobre el rápido crecimiento del crédito, ya que se traduce leugo en mayores necesidades de provisiones a medida que comienzan a aparecer los préstamos improductivos, como se vio durante la última crisis

«Es nuestra responsabilidad permanecer vigilantes para evitar que esto se repita», subraya. «Las herramientas de supervisión adecuadas» pueden ayudar a reducir la volatilidad del crédito y los ciclos económicos. Perolas políticas de precios de los créditos son cruciales y deberían cubrir al menos los costes de financiación, y el riesgo inherente a cadaoperación.

Pablo Hernández de Cos confía en que los nuevos estándares de provisiones, a partir del concepto de pérdida esperada, y la mejora en la gestión crediticia contribuyan da la estabilidad del sistema financiero. Pero deja muy claro que eso depende en gran medida del compromiso de los bancos para calibrar el riesgo que asumen.

Para ello deben establecer estándares de crédito apropiados, valorar adecuadamente las garantías con criterios estrictos, rigurosos y verificables, y desarrollar modelos de riesgo de crédito sólidos. Para la valoración de las garantías los bancos deben contar con con información actualizada sobre los cambios en la situación macroeconómica, y un análisis fiable de las tendencias de los precios del mercado, en particular para las garantías inmobiliarias.

Es fundamental también la capacidad de previsión de los bancos sobre las recesiones económicas y la anticipación de un deterioro significativo del riesgo crediticio.