Los lobbies empresariales reclaman una decidida apuesta por la industria

06/07/2011

Joan Carles Valero. “Hacer realidad, de una vez, el tradicional discurso a favor de la denominada economía productiva” a partir de que la industria recupere un papel central en España. Esa es la principal conclusión de la declaración conjunta elaborada por los dos principales “lobbies” empresariales de España, el Círculo de Empresarios y el Círculo de Economía, al término de una jornada celebrada en Barcelona.

A pesar de que la industria aporta al PIB español el 15%, cuando había llegado a suponer el 35%, las agrupaciones de empresarios y directivos de Madrid y Barcelona subrayan el buen funcionamiento de una parte significativa de nuestro tejido industrial, como lo muestra la evolución de las exportaciones. En la declaración “Lecciones de la experiencia reciente. Un futuro industrial para España”, se subraya que las exportaciones suponen “una de las notas más positivas de estos años de crisis económica”, ya que “soportan” nuestra economía. A juicio de los Círculos presididos por Claudio Boada y Josep Piqué, sin duda “la recuperación se sustentará en el mercado exterior”.

Más allá de las reformas pendientes, los empresarios reclaman que desde el ámbito público se otorgue a la actividad productiva “la gran prioridad que requiere y merece, creando las condiciones que favorezcan su desarrollo”. También recomiendan a la iniciativa privada a que asuman ese compromiso a través de los accionistas, directivos y empleados. En definitiva, se trata de que lo financiero deje de acaparar el centro de atención y de la actividad y se pase de las declaraciones a los hechos para que España siente las bases de una economía más competitiva a partir de la denominada economía productiva. Una economía “que en los años de bonanza había quedado relegada ante la pujanza de otros ámbitos que han mostrado lo efímero de su virtud”, pero que en estos momentos de dificultad demuestra que sostiene la economía española.

Para los Círculos empresariales de Madrid y Barcelona, éste es un buen momento para recordar cómo la fijación de la paridad de entrada de la peseta en el euro generó entre el mundo industrial español un sentimiento generalizado de temor ante la que se suponía incapacidad de nuestra industria por competir en un mundo cada vez más abierto, renunciando a la posibilidad de devaluaciones competitivas, un instrumento regularmente utilizado a lo largo de nuestra historia económica. Además, el manifiesto conjunto firmado en Barcelona recuerda que se insistía en que la peseta entraba en el euro muy apreciada respecto a la moneda central, el marco alemán.

Desde la entrada de España en Europa, el euro, además, se ha revalorizado de manera sorprendente respecto al dólar, dificultando así las exportaciones a las áreas dólar. Asimismo, en este período, cabe destacar la plena integración de China en el comercio mundial, con lo que ello ha representado de ajuste, cuando no desaparición, de industrias tradicionales sólidamente asentadas en sus respectivos mercados nacionales.

Sin embargo, a pesar de esas dificultades, los dos principales “lobbies” económicos españoles señalan que la respuesta positiva de nuestra industria exportadora demuestra que una parte muy importante de nuestra economía “ha hecho los deberes” y que el país dispone de los activos necesarios para consolidarse como una economía industrial y exportadora.

Para los empresarios y directivos de Madrid y Barcelona, esta realidad debe servir de estímulo ante los grandes retos que se presentan, especialmente en los actuales momentos de desorientación y desánimo colectivo. Pero de la misma manera que analizando las causas del desastre “hemos de ser capaces de sentar las bases para no volver a determinadas dinámicas, también hemos de ser capaces de analizar el porqué determinadas industrias están compitiendo con éxito en mercados globalizados”. De su experiencia, señalan, se puede conformar propuestas para las autoridades públicas, encontrar ejemplos para el tejido empresarial español, y estímulos para la emergencia de las nuevas vocaciones industriales que el país necesita.

Por ello, Círculo de Empresarios y Círculo de Economía han querido reforzar con la celebración de una jornada el camino conjunto en defensa de la actividad productiva, arrebatando a la actividad financiera el centro de la economía, en el convencimiento de que “resulta posible un futuro industrial para España”, hasta el punto de que el sector alcance el 20% del PIB, como en el resto de los países que mejor están afrontando la crisis.

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