Cómo detectar y afrontar el ‘mobbing’ o acoso profesional en el ámbito laboral

12/11/2018

Óscar Durán Yates, de Coaching Cuántico. Lee los ‘4 pasos para transformar relaciones tóxicas’.

El mobbing o acoso profesional es un problema que no deja de ocupar portadas de diarios y revistas, incluso se habla de él en algún que otro telediario. Más allá de ser un asunto de actualidad, todavía hoy resulta realmente impactante que se admita su existencia y, por lo tanto, se hable de ello. Porque, no nos engañemos, el acoso como tal ha existido en todos los tiempos.

La esencia de lo que se conoce como acoso sigue siendo la misma: una persona que parece más débil es dominada por otra que aparenta ser más fuerte. Sin embargo, débil o fuerte son percepciones a veces basadas en el título que describe un cargo laboral, cuando lo lógico es ver a alguien superior o inferior por el solo hecho de tener más o menos responsabilidad que tú.

Pero… ¿qué es lo que hoy hace al acoso diferente? En realidad, nada. Y ese es el problema. Sin embargo, sí podríamos cambiar mucho con solo hacer un ligero e importante ajuste en la mirada de la dinámica relacional que se establece entre el denominado como acosador y el acosado.

¿Somos todos acosadores?
Todas las personas tenemos el potencial de ser matones, si nos llevan a un extremo emocional, si nos tocan nuestras fibras más sensibles. Sinceramente, ¿no te has sentido acosado a veces en el trabajo, en la familia, por tus amigos o personas cercanas?  ¿No te has visto alguna vez actuando tú como acosador ante alguien de tu trabajo, tu familia, pareja, hijos, amigos o personas cercanas?

Sí, quizá te cueste reconocerlo porque tú podrías justificar tu “actuación de acosador” con excelentes argumentos, incluso admitiendo de alguna manera que otros lo merecían, pero esto no exime que el otro deje de verte como su acosador. La excusa que más escucho es: Bueno, es que eso que hago no es lo mismo”.

Los acosadores pueden actuar por ira o resentimiento, cuando ven comportamientos en otros que no reconocen o no les gustan en sí mismos. También pueden reaccionar agresivamente ante algo que ellos perciben como amenaza a su escala de valores individuales.

¿Combatir al acosador?
Un acosador busca exactamente eso: combatir. Por lo tanto, si tú lo combates, él ya ganó. Y ¿a quién acosa el acosador? Pues a alguien a quien percibe que va a ganarle, es decir, a una persona que le parezca menos fuerte que él.

Lo más interesante en las dinámicas de acoso es que el que se siente acosado también se percibe a sí mismo más indefenso o débil que el acosador. Entonces, esta percepción de indefensión es lo que hace que pierda cualquier antes de empezar a pelear.

Y hasta aquí todo es como siempre. Una víctima y un verdugo. Una persona fuerte que parece se aprovecha de la debilidad de otra. Pero ¿es aquí donde la historia acaba? En una de súper héroes es justo donde la historia empieza a cobrar sentido.

¿Y cómo podría trasladarse esto a la vida real? Hay una ciencia detrás del comportamiento humano a la que yo llamo la psicología interior de las relaciones. Y uno de los principios de esta ciencia que explica el comportamiento humano dice: donde quiera que tú no tengas poder, serás dominado. Podréis encontrar más detalle de estos principios en el libro 4 pasos para transformar relaciones tóxicas (Mestas Ediciones, 2018).

Mira alrededor de tu vida y verás que en aquellos aspectos en los que no tienes suficiente poder, alguien lo tiene por ti. ¿Es esto un error? Quizá no. ¿Es esto algo que se pueda cambiar? Quizá sí. ¿De quién depende? Quizá de ti.

Veámoslo de la siguiente manera: ¿qué pasaría si al que se siente acosado lo entrenamos y lo súper vitaminamos con confianza en sí mismo, conexión con su poder personal y con habilidades de comunicación creativas, de forma que el acosador lo vea al menos con la misma fuerza o con más que él?

Si hiciésemos ésto ¿crees que el acosador tendría la tentación de acosar a la misma persona? Lo más probable es que no. De esta manera, sin combatir, el acosado gana. Y, además, antes de iniciar cualquier combate con el acosador, el acosado también ganó confianza, conexión y creatividad, tres pilares sobre los que se sustenta el amor propio.

El comportamiento de intimidación es útil si lo aprovechas en tu beneficio. Es posible que no tengas la capacidad de impedir que otros actúen de forma acosadora y puedas sentirte desmotivado, alienado o frustrado. Pero lo realmente importante no es lo que está pasando en tu vida, sino cómo tú lo interpretas y lo que tú decides hacer con esa experiencia.

Empoderarte depende de ti. Y si tú te sientes empoderado las probabilidades de que otros te acosen se reducen. Y así es como, en una realidad sin súper héroes, tú te conviertes en el héroe de tu propia valía en lugar de sentirte víctima.

Óscar Durán Yates presta sus servicios bajo la marca Coaching Cuántico.


Óscar Durán Yates
presta sus servicios profesionales desde 2008 con la marca Coaching Cuántico. Especialista en relaciones personales, es formador, conferenciante y autor de 4 pasos para transformar relaciones tóxicas (Mestas Ediciones, 2018), una guía para recuperar las buenas sensaciones en tu trabajo y vida personal. Comunícate con Durán Yates también vía Facebook.

 

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