El presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, entrega el Premio Pelayo a Encarnación Roca.

La primera mujer en explicar el Derecho en la Universidad de Barcelona en catalán, en ser magistrada de la Sala 1ª del Tribunal Supremo, en pertenecer a la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Encarnación Roca, vicepresidenta del Tribunal Constitucional, proclama en la recepción del XXIV Premio Pelayo a Juristas de Reconocido Prestigio que «el derecho de la persona se ha globalizado y aún no nos hemos enterado». Se lo entrega el presidente del Constitucional, Juan José González Rivas.

En su discurso, cita al músico Shostakóvich, «trabajar siempre, con independencia de que te insulten o te alaben por ello, no hacer depender el trabajo del éxito». Reconoce que lo le gusta de verdad es la música y el latín, pero terminó estudiando Derecho y, dentro de éste, el Civil.

Subraya que «España es un Estado plurilegislativo, por decisión constitucional». Y que el derecho de la persona «se cosntruye a partir de reglas constitucionales». También, que «el derecho económico aún está más sometido a la globalización que el derecho de la persona».

Por tanto, los derechos fundamentales son «las únicas reglas jurídicas seguras que van a proporcionar al juez las pautas para sus decisiones». Y cita a Xiol: «democracia no significa solamente elecciones periódicas, sino también el reconocimiento de los derechos humanos».

En la semblanza de Encarnación Roca, Antonio Pau, secretario general de la Academia de Jurisprudencia y Legislación, destaca su versatilidad: Derecho civil catalán, de familia, ligado a las nuevas tecnologías, el Privado europeo.

Joé Boada, presidente del Grupo Pelayo, destaca que el premio, que en su próxima edición celebra su 25 aniversario, quiere reconocer la labor de los profesionales del Derecho, «el ejemplo que legan a las generaciones futuras» al trabajar por los valores que garantizan la convivencia en la sociedad. Y resalta el papel cada vez más relevante de la mujer en el mundo del Derecho.

También reconoce «la muy difícil labor del jurado al tener que decantarse por un solo candidato». Algo que también es subrayado por Landelino Lavilla, consejero permanente de Estado y presidente del jurado.