El jardín de Laurent-Perrier ha sido galardonado por 11ª vez con la medalla de Oro que concede el Chelsea Flower Show, celebrado en Chelsea, Londres. Posiblemente el lugar más elegante para competir por las flores y que más cabezas coronadas visitan. Su entrada no es fácil y ahí reside anualmente su exclusividad.

Luciano Giubbilei, director del diseño, ha sido el artíficie de unir jardín, arte y arquitectura tomando como tema; La naturaleza y la intervención humana. El arquitecto japonés Kengo Kuma proyectó el pabellón de bambú titulado Viento, formado por 16 paneles de bambú natural creando unas sombras borrosas. Cada panel rota con la brisa para reflejar el movimiento y la expresión de la naturaleza.

El escultor Peter Randall-Page creó una tensión entre la tendencia al orden y el caos de la naturaleza. Un riachuelo discurre a lo largo del jardín permitiendo un fluido natural del agua, en contraste con la piscina rectangular que controla el agua de forma técnica y precisa. Un puente de madera permite el paso a las dos áreas del entorno.

El conjunto arquitectónico inspira un ambiente de calma y meditación en contraste con la densidad elegante de las plantas.

La obra recrea una atmósfera romántica en colores granates, bronces y rosas suaves evocando al champán Cuveé Rosé de Laurent-Perrier que era otra de las inspiraciones de la creación efímera.