A mediados de octubre, Dia rebajó sus estimaciones de resultados para el presente ejercicio, al tiempo que ha resuelto dejar en suspenso la política de reparto de dividendo para 2019. En concreto, la cadena de supermercados estimó que el Ebitda ajustado previsto para este año se situará en un rango entre 350 y 400 millones, comparado con los 568 millones de euros en 2017.
Así, los analistas del banco prevén que las ventas netas del grupo disminuirán en torno al 12% en 2018, con descensos del 3% en la península ibérica, mientras que competidores como Mercadona o Carrefour estiman crecimientos de entre el 5% y el 6%.
El Ebitda previsto por la compañía, que no incluye el impacto negativo de 35 millones por las nuevas normas contables aplicables a Argentina en un entorno de hiperinflación, implica un margen sobre Ebitda de 4,5% en 2018 frente al 6,6% en 2017, apunta Bankinter.
«En un escenario de descenso de las ventas, el apalancamiento negativo juega en contra», afirma Bankinter en su informe, en el que señala que el nuevo equipo gestor auspiciado por el mayor accionista, el ruso Mikhail Fridman, a través de su sociedad LetterOne que ostenta un 29% del capital, está diseñando un nuevo plan estratégico que se presentará en enero 2019. «Hasta entonces, la visibilidad de las previsiones y actuaciones futuras de la compañía es muy escasa», afirman los analistas del banco, que ven «muy improbable» el lanzamiento de una opa por parte del principal accionista.
Según la ley de opas, cualquier nueva oferta se debe hacer al mayor precio pagado por el inversor en el último año. En enero de este año, Fridman incrementó su posición en la compañía del 10% al 25%, momento en el que Dia cotizaba a 4,61 euros, y posteriormente, el pasado mes de septiembre adquirió un 4% adicional a través de instrumentos financieros cuando la cadena de supermercados cotizaba a dos euros. «Esta norma junto con el hecho de que Fridman parece controlar ya de facto la compañía, hacen improbable el lanzamiento de una opa a corto plazo», señala Bankinter.
Al margen del eventual movimiento de Fridman, la cadena de supermercados ha activado la venta de Max Descuento, su negocio de distribución mayorista o ‘cash & carry’ por un importe estimado de 50 millones, según señala Bankinter y publica este lunes El Confidencial. En concreto, según han confirmado a Europa Press en fuentes del sector, Dia ha cerrado el libro de venta de Max Descuento, que cuenta con 34 tiendas enfocadas a los profesionales de la hostelería con una superficie comercial de 34.000 metros cuadrados, una cuota de mercado del 2,2% en España y unos ingresos de 100 millones.
De esta forma, la compañía inicia el proceso de venta de Max Descuenro después de que a finales de octubre anunciara su intención de centrar su estrategia futura en «formatos ganadores» como Dia&Go y la Plaza, al tiempo que analizaba «potenciales alternativas estratégicas» para negocios fuera de su ‘core’, entre los que citaba su cadena de droguería y perfumería Clarel y la cadena cash&carry Max Descuento.
Dentro de su plan para hacer frente a la delicada situación por la que atraviesa, la compañía también tiene en mente el cierre de tiendas no rentables en España, con aperturas en regiones seleccionadas.
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