La visita del presidente chino, Xi Jinping, a Portugal ha contado con un marcado carácter económico, al igual que el conjunto de su gira por Europa. Si bien, la estancia en Portugal ha quedado señalada por una de las operaciones energética exteriores más ambiciosas emprendidas por una compañía del país asiático. No se trata tanto del montante de la transacción (11.370 millones de euros), que también es importante, sino por la potencia estratégica.

Daría a Three Gorges, la empresa que ha lanzado una oferta por al antiguo monopolio eléctrico portugués y que dirigió la construcción de la famosa central hidráulica en el río Yang Tse, el práctico control del mercado de electricidad de ese país, con peso también en España (Hidrocantábrico), así como la propiedad de activos eólicos y solares, a través de la filial EDP Renovables. Tendrá acceso además, a través de las redes, a otros países.

La oferta de compra por EDP se ha visto con recelo en Portugal por la relevancia de la compañía, y por el posible impacto en los precios a los consumidores, y por la toma de control, si tiene éxito de otra joya del sector empresarial luso, EDP Renovables, que había sido, asimismo, objeto de tanteo por parte de empresas europeas. China ya cuenta con más del 30% de las acciones de EDP y ha condicionado la oferta a pasar del 51%., es decir,, a asegurarse el control de la gestión.

La operación se enfrenta a problemas con las organismos reguladores, y se puede decir que han torpedeado con la normativa en la mano el paso del gigante asiático. En esta línea la Entidad Reguladora de Servicios Energéticos debe pronunciarse sobre otra oferta en el mismo sector, y con la misma nacionalidad del que quiere ser comprador y la misma del posible comprado: la del holding chino, Datang sobre Generg.

Pero China no da por pérdida su apuesta cuando quedan horas para que termine el plazo de la oferta.