“El espíritu de reconciliación, porque la Constitución es un mandato permanente de concordia entre los españoles; la voluntad de entendimiento, a través de la palabra, la razón y el derecho; la vocación de integración, respetando nuestras diferencias y nuestra diversidad, y el ánimo, solidario y generoso, que edifica y cohesiona la fibra moral de nuestra sociedad”, ha proclamado en un discurso en el hemiciclo del Congreso de los Diputados.
El jefe de Estado ha subrayado que, gracias a la Constitución española “España vive hoy en democracia y en libertad”. Bajo la vigencia de la Constitución, ha dicho, España ha vivido “el cambio político, territorial, internacional, económico y social más profundo y más radical de su historia” y es hoy una democracia “plenamente consolidada”.
Así, ha sostenido que “resolver los desencuentros mediante el diálogo, respetar las leyes y los derechos de los demás, ejercer esos derechos y acudir a los tribunales para defenderlos y cumplir sus decisiones son principios definitivamente arraigados en los comportamientos de los ciudadanos”.
Eso sí, ha señalado que ahora es momento de “pensar en el futuro” y seguir construyendo “una España renovada”. Para eso, ha llamado a sumar ese inmenso patrimonio de libertades, derechos y bienestar” a una “voluntad de ir adaptando y amoldando” la “manera de hacer y de vivir a la realidad de cada momento, con espíritu crítico pero siempre constructivo”.
En su discurso, Don Felipe ha citado palabras de los padres de la Constitución y ha reconocido el papel de su padre, Juan Carlos I, en el impulso de la monarquía parlamentaria “de forma decisiva y determinante”, con el “apoyo permanente y comprometido” de la Reina Sofía, unas palabras que han sido recibidas por un largo aplauso del hemiciclo.
Y además, ha subrayado su propio compromiso de la Constitución y su “lealtad” al pueblo español, como jefe de Estado constitucional. “La Corona está ya indisolublemente unida, en la vida de España, a la democracia y la libertad”.