El restaurante Tepic nació en 2008 en el madrileño barrio de Chueca con la filosofía de ofrecer auténtica cocina mexicana tradicional. En su actual ubicación en la calle Ayala, en pleno barrio de Salamanca, han mantenido ese espíritu por cuidar al máximo sus recetas y la potente personalidad de los platos mexicanos. Hasta el punto de que las materias primas más auténticas (como los chiles, jícama, epazote o tomatillo) crecen en un huerto en tierras abulenses propiedad del restaurante.

Ahora, esta autenticidad también se refleja en una oferta navideña que mira hacia la cultura y el folclore mexicano, un país que presume de arraigadas costumbres populares. Como Las Posadas, una festividad de carácter religioso que da comienzo nueve días antes de nuestra Nochebuena, con una serie de celebraciones que tienen lugar tanto en las calles -tomadas por bengalas, fuegos artificiales y flores de Pascua- como en la intimidad de los hogares, y que culminan con la cena familiar la noche del 24 de diciembre. Por este motivo, Sara Herrera, la cocinera nacida en el estado de Puebla, ha decidido incorporar temporalmente algunos de los platos típicos de estas fiestas, como por ejemplo los ricos tacos de bacalao a la vizcaína. O los tamales, una especialidad difícil de encontrar en la capital, elaborada a base de una masa de maíz cocida que se envuelve en una hoja de plátano o maíz y se rellena con diversos ingredientes, salados y dulces -carne de cerdo o pollo en salsa, crema pastelera, frutas o pasas, entre otros muchos- y los buñuelos, una especie de tortas fritas que se endulzan con una miel hecha a base de piloncillo, canela y clavo. ¡Están deliciosos! Las dos bebidas que se toman habitualmente durante los días de Posadas también estarán disponibles: el atole, una reconfortante bebida de maíz, dulce, espesa y afrutada que se toma caliente y que marida a la perfección con los tamales, y el tradicional ponche mexicano, con o sin “piquete” (esto es, con o sin alcohol), que se prepara infusionando una gran variedad de frutas (como peras, guayabas o manzanas) y se sirve en una jarra de barro.

Además de los platos de edición limitada, se han diseñado diferentes menús navideños, cuyos precios oscilan entre los 35 y los 65 euros. Todos se componen de un mínimo de seis platos (incluyendo el aguachile de camarón al estilo de Sinaloa, los tacos al pastor, el guacamole preparado al momento o la tostada de tinga de pollo), postre, bebidas y un Margarita o dos cócteles en el caso del menú más caro, ambos diseñados por el bartender Javier Quiñones. Otra una novedad que estará disponible durante todo el año es la degustación de tacos, que ahora incluye cinco variedades: por 24,50 euros por persona (sin bebida), saldrán tacos al pastor -de los mejores de la capital, sin duda- de tinga de pollo, los campechanos, los de cochinita pibil al estilo Yucatán -riquísimos- o los sabrosos Baja California -imprescindibles- de pescado frito con mayonesa de chipotle, lombarda, aguacate y pico de gallo. De cara a los meses de frío, ganan peso en carta los caldos y las sopas calientes: el consomé de pollo, la sopa de tortilla (un caldo de tomate acompañado de crema, aguacate, chile pasilla y queso), el pozole (caldo de maíz con carne de cerdo y chile guajillo) o la auténtica crema de frijol, que se acompaña de chicharrones (piel de cerdo frita y crujiente).

Respecto a la barra a los más de veinticinco tequilas (entre blancos, reposados y añejos), doce mezcales y cuatro sotoles que alberga, se añade una completa carta cócteles de autor elaborados al momento por Quiñones. Se suman nuevas propuestas como el Cosmopolitan, el Sex on the beach (versión Tepic), el mojito, la piña colada o el carajillo mexicano. Pero si quieres beber como en México elije el banderita (con tequila, sangrita y lima). Un último consejo: el mejor colofón para tu comida o cena será su fabuloso café de olla.