José Manuel Loureda, uno de los expresidentes y cofundadores de Sacyr, ha elevado hasta el 8,005% la participación que tiene como segundo accionista, desde la del 7,8% que tenía hasta ahora, al comprar un paquete de acciones. A través de Prilou, una de las dos sociedades a través de las que participa en la compañía, ha comprado alrededor de un millón de títulos, con lo que ha elevado su participación hasta el 8,005%, según consta en el registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Loureda aumenta su posición en Sacyr días después de que José Moreno Carretero, el accionista al que hace unos meses se expulsó del consejo, elevara desde el 5,9% hasta el 7,1% su participación directa. Asimismo, ha tomado acciones coincidiendo con el descenso en la cotización que las acciones registraron la pasada semana después de que un arbitraje internacional obligara a la empresa a pagar 225 millones a Panamá por los adelantos cobrados en las obras de ampliación del Canal.
De esta forma, el expresidente no solo se refuerza como segundo mayor accionista, sino que frena el avance de Moreno Carretero que, tras el último aumento de participación directa, se aproximaba al porcentaje del 7,8% que hasta ahora mantenía Loureda. Demetrio Carceller se mantiene como primer accionista de la constructora, con una participación del 14,5%, porcentaje que suma su sindicación con el grupo Satocan. Además de Carceller, Loureda y Carretero, en el capital del grupo de construcción y concesiones también están presentes el grupo de alimentación Fuertes, con un 6,2%, y el presidente, Manuel Manrique, con un 1,5%.
Los movimientos en el capital de Sacyr se registran meses después de que el pasado mes de junio la junta acordara «separar» a Moreno Carretero del puesto que tenía en el consejo por considerar que había «incumplido sus deberes legales y estatutarios para con la compañía». El también empresario de la construcción acudió a la junta con la intención de plantear un conjunto de propuestas de cambio en el gobierno corporativo, entre ellas la de nombrar un consejero delegado. No obstante, una semana antes de la asamblea, este accionista llevó a Sacyr a los tribunales para impugnar un cambio en el reglamento del consejo por el que, según aseguró entonces, se obligaba a los consejeros a notificar las compras y ventas de acciones de la empresa. Manrique, tras la expulsión del accionista del consejo, dijo ante la asamblea que «Sacyr tiene que estar por encima de todo». «No podemos permitir que nada ni nadie, con intereses individuales, desvíe al grupo de su actual dinámica de crecimiento y progreso», enfatizó entonces.
Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.