Victoria Prego, Mariano Guindal, Luis Garicano y Luis de Guindos.

«Entre todos hemos hecho este gran país, en 50 años lo hemos sacado del subdesarrollo y lo hemos convertido en una potencia económica. Espero que no lo estropeemos y volvamos al enfrentamiento y al odio entre españoles», afirma Mariano Guindal en la presentación oficial de su libro «Un  hombre con buena suerte», en la que han participado también Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis Garicano, profesor de Estrategia y Economía en IE Business School,  y Victoria Prego, presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid.

Guindal pide poner «la amistad, el entendimiento por encima de las ideologías». Visiblemente emocionado, quiso rendir un homenaje a «la generación silenciosa» que sufrió la posguerra y la dictadura franquista, a los que como su madre se sacrificaron para que sus hijos tuvieran un futuro mejor. Y puso como ejemplo de la evolución de España que el anuncio de la muerte del dictador Franco por Carlos Arias Navarro se vio en la televisión en blanco y negro, mientras que la jura de Juan Carlos I como rey de España fue en color.

Pese a la emoción, hubo un hueco para la broma, al presumir del «buen ojo que tengo para elegir las fechas de las presentaciones de mis libros». Ésta, «con la que está cayendo», en pleno 21D, con  los CDR protestando por la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona. Y una anterior, justo cuando llegó el rescate (palabra tabú entonces) a España a través del famoso MoU, el Memorándum de Entendimiento.

Mariano Guindal hizo gala de su enorme optimismo y proclama que, pese a su más de una década combatiendo el cáncer, «la vida siempre me ha dado una nueva oportunidad».

Luis Garicano destaca la «humanidad» y «generosidad» de Guindal, y subraya el paralelismo de la historia del autor con la de la historia de España. Expresa su «profunda gratitud» a la generación de la Transición, de la que «Mariano Guindal fue testigo de primera fila», y subraya el «contraste» de la situación de entonces con la actual.

Garicano aplaude que la obra de Guindal es «un relato muy sincero, con un toque de picaresca muy interesante y que todo buen reportero debe tener». Y resalta «la vida bien vivida» del periodista que hizo la pregunta más cara de la historia de España, al acelerar la intervención de Rumasa por el Gobierno de Felipe González, gracias «al amor,a  sus hijos, a la amistad, al trabajo, a las aventuras y a su sentido positivo de la vida».

Luis de Guindos, que afirma tener dos trabajos «ministro de Economía, algo temporal , y presentador de libros de Mariano Guindal, el único empleo fijo que tengo» antes de marcharse al BCE, destaca las cuatro pasiones del autor: «la familia, los viajes, el cine, y el periodismo». «No tienes el don de la palabra, pero sí el don de escribir maravillosamente«, le dice a Mariano Guindal, a quien le reprocha que «llegó a pensar que la foto de la portada de su libro era de Fidel Castro». Ya en serio, resalta que el libro de memorias del periodista muestra «la ilusión y las esperanzas que suscitó la Transición». Y que siempre fue «el primero en casi todo», aludiendo a sus numerosas exclusivas.

Victoria Prego se refiere a la primera que tuvo Guindal: el asesinato del presidente del Gobierno, Carrero Blanco, por ETA en 1973, «una gran noticia que no pudo dar siendo becario porque en su propia redacción no lo creyeron». Cree que Mariano Guindal siempre ha estado «pegado a la actualidad, siempre en el sitio y en el momento oportuno». «Ha disfrutado de su profesión, porque siempre ha demostrado un espíritu constructivo, exprimidor de la vida».