La economía española continúa su expansión pese a la “moderada” frenada

09/01/2019

Luis M. del Amo. El profesor Josep Oliver cree innecesaria una contrarreforma laboral tras las sentencias judiciales.

La evolución de la economía española seguirá por buen camino. Con un empleo cada vez de mayor calidad, y gracias a la llegada de inmigrantes, la economía española será capaz de crear 400.000 empleos en 2019, y 350.000 adicionales en 2020, para continuar transformando un tejido productivo cada vez más volcado al exterior y los servicios, y donde los jóvenes por primera vez en años, se incorporan al empleo neto, a pesar del envejecimiento creciente del mercado de trabajo español, según las previsiones de la empresa Manpower elaboradas por el profesor Josep Oliver.

La España envejecida afronta el próximo bienio con relativa buena salud. Tras recuperar 2,6 millones de empleos perdidos en la crisis, y transformar relativamente su modelo productivo – “El cambio ya está aquí”, ha dicho Oliver – hacia un modelo más resistente y saludable, con menor peso de la construcción y un mayor ímpetu exportador, la economía española sufrirá una moderada desaceleración en 2019 y 2020, cuya magnitud, no obstante, podría verse agravada por fenómenos como la guerra comercial de Trump o el Brexit.

En España el empleo seguirá creciendo a buen ritmo, en sectores más productivos, gracias en parte a un repunte en la llegada de inmigrantes – 250.000 anuales – que vendrán a paliar la falta de recambio generacional, cuando llegan a la madurez los baby boomers.

Un crecimiento del empleo del 2,1% en 2019 y del 1,8% en 2020 que llevará el volumen total de puestos a rozar los 20 millones, la máxima cota alcanzada en 2007. Esta vez el empleo se crea en sectores más productivos ligados a la exportación, como los servicios a empresas, y donde, por primera vez en años, no se ha sumado el comercio; fundamentalmente debido al auge del comercio electrónico derivado de las nuevas pautas en el consumo.

La inmigración vuelve a repuntar en España y este es otro síntoma de la vivacidad de nuestra economía. Las previsiones hablan de una llegada anual de 250.000 inmigrantes al año en los próximos años; en lugar de los poco más de 180.000 previstos.

Por su parte, el empleo femenino, que ha resistido mejor la crisis, tiende a una paridad en su volumen que se completará en los próximos años.

Por sectores, la hostelería, los servicios a las empresas y los transportes seguirán tirando del empleo, tras haber aportado, en compañía de la industria, un total de dos tercios del conjunto del empleo durante la recuperación iniciada en 2014; si bien, en términos relativos, la construcción será el sector que acumule un mayor crecimiento porcentual en los próximo años tras su hundimiento en 2008.

Hoy el empleo en el sector de los servicios supera ya en diez puntos el volumen anterior a la crisis. Un proceso de intensa terciarización que ha colocado a tres cuartos de la población española desempeñando funciones actualmente en este sector; algo inédito, y que supera la media europea.

Ganancia sostenida en la calidad del empleo

En cuanto a la calidad en el empleo, continúa, según Oliver, la mejora apuntada en años anteriores. Así lo señalan algunos indicadores como el número de jornadas completas o el crecimiento de empleados asalariados; así como, por otro lado, las caídas en el trabajo por horas o el subempleo.

Sin embargo, y dado que la crisis de 2008 fue sobre todo una crisis del empleo temporal – se llegaron a perder un 40% del total de estos puestos – las mayores ganancias en los próximos años se dejarán sentir en el empleo eventual, con subidas del 2,9% en 2019, y 1,9% en 2020, por encima de la media.

La contrarreforma está hecha

Preguntado por los cambios laborales previstos, Oliver ha defendido la reforma laboral de 2012 que, junto a la reforma de pensiones y del sistema financiero, ha apuntalado la fortaleza de la economía española; una economía que es responsable del 25% del empleo nuevo creado en la UE, a pesar de que su peso sea solo del 12%.

“Una parte de la salida de la crisis tiene que ver parcialmente al menos con esa reforma”, ha indicado.

Según Álvaro Álvarez, de Manpower, la contrarreforma laboral que ensaya el Gobierno ya se ha hecho en realidad de la mano de los tribunales, que han venido a matizar algunas de las prerrogativas otorgadas a los empresarios por la nueva normativa, y que estos utilizaron erróneamente, en su opinión, “para despedir”.

En esta línea Oliver ha coincidido en que los tribunales han fijado ya unos límites que han mejorado la reforma laboral de 2012. “Hay unos límites ya muy claros”, ha dicho.

Finalmente, el profesor Oliver ha descartado que la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) a 900 euros vaya a lastrar la economía. Difícil de cuantificar, los posibles efectos perniciosos de esta subida vienen a compensarse con el mayor incremento de la renta disponible de los trabajadores afectados por la medida, que vuelve a revertir en forma de consumo en la economía.

“Lo que no ha subido es el IPREM, y este sí que afecta mucho”, ha apoyado Álvarez.

Críticas a los anuncios de los Gobierno

Sin embargo, el responsable de Manpower, Raúl Grijalba, ha reprochado la política de anuncios mantenida desde hace 3 o 4 meses por el nuevo Ejecutivo, según ha dado a entender. Una situación que ha derivado en el aplazamiento de decisiones de inversión por parte de las empresas, y en un perjuicio al empleo.

Aun así, han concedido, una parte de las dificultades tienen que ver más con la normativa europea que con la española. En concreto, Grijalba y Álvarez han destacado el parón de la industria automovilística tras los cambios normativos sobre contaminación en la UE. Un bache que ha repercutido seriamente en la industria española y europea, y que se ha reflejado también en la evolución del PIB alemán.

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