Mediobanca y Deutsche Bank, los bancos de inversión contratadas por Liberbank y Unicaja para estudiar la viabilidad y conveniencia de llevar a cabo una fusión entre ambas entidades, tienen previsto entregar sus análisis en la primera quincena de febrero, justo después del cierre de las cuentas de 2018.

Los primeros cálculos hablan de un coste de integración y reestructuración que  se situarán entre los 350 millones y los 450 millones de euros.

Los consejos de administración de los dos bancos decidirán si siguen adelante con el proceso y, en caso afirmativo, elaborarán el proyecto común de fusión para finalmente ejecutarlo en el segundo semestre de 2019, una vez sea aprobado por las respectivas juntas de accionistas y por los reguladores y supervisores.

Los dos bancos de inversión proponen la fusión por absorción de Liberbank por parte de Unicaja, ya que es la fórmula que menos distorsiones y complicaciones de tipo jurídico, societario o fiscal generaría. El actual presidente de Unicaja, Manuel Azuaga, mantendría ese cargo en el nuevo grupo, con Manuel Menéndez, CEO de Liberbank, como consejero delegado.

Queda pendiente la ecuación de canje, con varias opciones: 43% Liberbank y 57% Unicaja; 45%-55% e incluso 49.51%.

Una vez resuelta esta cuestión, se llevará a cabo una ampliación de capital «técnica». Unicaja entregará a los accionistas de Liberbank nuevos títulos de la entidad, por lo que será necesario ampliar capital. El volumen de esta operación dependerá del precio de las acciones de Liberbank que se canjean.

La idea es evitar una segunda ampliación de capital para absorber los costes de reestructuración, que se financiarán mediante mecanismos de liberación de capital y/o venta de activos, entre otros.

La integración entre Unicaja y Liberbank dará como resultado a la sexta entidad por activos en España, con casi 96.000 millones de euros, por encima de Bankinter; el 4% de cuota de mercado; cerca de 1.900 sucursales y una plantilla de más de 10.800 empleados.