En opinión de la institución que preside Miquel Valls, “la pérdida del domicilio, en muchos casos hipotecado para lanzar la actividad, constituye una de las principales preocupaciones de los emprendedores”.

La Cámara Barcelonesa enmarca la protección de las viviendas hipotecadas de los autónomos en un paquete de medidas de apoyo a la creación de empresas y la emprendeduría que incluye emular el estatuto del autoemprendedor implantado en Francia hace dos años y que ha impulsado “extraordinariamente” la actividad económica en el vecino país. Para la Cámara, la nueva ley Omnibús de la Generalitat contempla avanzar en la sustitución del régimen de autorización por el de comunicación responsable, lo que a su juicio ayudará a la creación de empresas.

Impulsar nuevas fórmulas de financiación privada no bancaria es otra de las medidas de fomento que facilite el crecimiento de la actividad en el sector de los servicios empresariales, donde la Cámara identifica la posible creación de 120.000 puestos de trabajo, gracias a que se trata de servicios exportables, como por ejemplo los servicios técnicos de arquitectura. La Cámara propone favorecer con incentivos fiscales las figuras de los “business angels”, como se ha hecho en Francia y Reino Unido como válvula de escape a las dificultades de las empresas para obtener financiación.

Las medidas de apoyo y acompañamiento para las empresas exportadoras de servicios no turísticos fomentarían un mayor peso de la economía española en el sector, ya que entre el primer trimestre del año 2000 y el primer trimestre del 2011 han pasado de representar el 48% de las exportaciones totales de servicios al 64%. Dentro de los servicios exportables no turísticos, los más relevantes son los servicios a las empresas, que representan el 41% de las exportaciones.

El creciente aumento del sector terciario en nuestra económica es una noticia conocida, pero aún es inferior a la de otros países, como los Estados Unidos o la Unión Europea de los 15, donde el peso de los servicios sobre el total del PIB es del 80% y del 67%, respectivamente, frente al 65,6% que representa en España y el 64% en Cataluña.

La industria textil española elevó su facturación en 2010 por primera vez desde 2005, cuando se liberalizó el mercado mundial del sector. Según datos de la patronal Texfor, las empresas de hilados, tejidos, complementos y estampados para las compañías de confección facturaron el año pasado 5.270 millones de euros, un 7% más que en el ejercicio anterior.

La producción del sector se elevó en 2010 un 8,7%, impulsadas por las exportaciones, que crecieron un 8,7%, y el empleo se redujo un 3%, hasta 41.584 trabajadores en un total de 2.118 empresas.