Alemania creció un 1,5% en 2018, su peor dato de los últimos cinco años

15/01/2019

diarioabierto.es. A pesar de la fuerte desaceleración del crecimiento, Alemania parece haber evitado entrar en recesión en el cuarto trimestre de 2018.

El producto interior bruto (PIB) de Alemania aumentó un 1,5% en 2018, ritmo de expansión que representa una sensible desaceleración respecto del 2,2% registrado en 2017 y que supone la tasa de expansión más débil desde 2013, cuando la mayor economía europea creció un 0,5%, según ha informado la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

«La economía alemana creció así por noveno año consecutivo, aunque la expansión ha perdido impulso», señaló la oficina estadística de Alemania, subrayando que, a pesar de la desaceleración registrada, el crecimiento del PIB en 2018 superó la tasa media de expansión del 1,2% correspondiente a los últimos diez años.

A pesar de la fuerte desaceleración del crecimiento, Alemania parece haber evitado entrar en recesión en el cuarto trimestre de 2018, cuya primera estimación del dato de crecimiento del PIB será publicada el próximo 14 de febrero.

«Una estimación oficial del crecimiento del cuarto trimestre solo estará disponible en febrero, pero con un 1,5% parece como si se hubiera logrado evitar una recesión técnica», apuntó Carsten Brzeski, economista jefe de ING Alemania.

En este sentido, el experto señala que lo más importante es el hecho de que la ralentización de la economía germana en el pasado verano ha durado más de lo previsto y «parece ser algo más que un problema pasajero», señalando al enfriamiento de la actividad automotriz en la segunda mitad de 2018 como principal causa.

Según los detalles ofrecidos por Destatis, el gasto de los consumidores registró un crecimiento anual en 2018 del 1%, mientras que el gasto público aumentó un 1,1%, tasas que en ambos casos representan una sensible ralentización en comparación con la expansión de los tres años anteriores. En 2017, el gasto de los consumidores en Alemania aumentó un 1,8%, mientras el gasto público creció un 1,6%.

Por su parte, la formación bruta de capital fijo experimentó el año pasado un incremento anual del 4,8%, con un aumento de la inversión del 4,5% en maquinaria y equipamientos y del 3% en construcción.

Las exportaciones alemanas continuaron aumentando en 2018, aunque a un ritmo inferior al de años anteriores, ya que el crecimiento del último ejercicio se relajó al 2,4% desde el 4,6% de 2017, mientras las importaciones subieron un 3,4% anual, frente al 4,8% del año precedente.

«Aritméticamente, el balance entre exportaciones e importaciones tuvo un ligero impacto bajista en el crecimiento del PIB alemán», indicó Destatis, que cifró en dos décimas este efecto negativo sobre el crecimiento del PIB.

Asimismo, la oficina estadística alemana informó de que al cierre del ejercicio 2018 el superávit presupuestario de Alemania alcanzó un récord de 59.200 millones de euros, frente a los 34.000 millones de 2017, cifra equivalente al 1,7% del PIB.

«Al cierre del ejercicio, los gobiernos central, regional y local, así como la Seguridad Social registraron superávit por quinto año consecutivo, según estimaciones provisionales», indicó Destatis.

Por otro lado, la agencia alemana destacó que esta evolución de la economía tuvo lugar con una media anual de 44,8 millones de ocupados en Alemania, cifra que representa un incremento anual de 562.000 personas.

«Una mayor participación laboral y la inmigración de trabajadores extranjeros compensaron los efectos relacionados con la demografía, como ha sido el caso en los años anteriores», puntualizó la agencia alemana.

De cara a los próximos trimestres, el economista jefe de ING Alemania señala que el futuro desempeño de la economía alemana dependerá de si pesan más los factores coyunturales o los estructurales, apuntando que si es la primera opción es plausible un rebote de la actividad en Alemania, mientras que si tienen más peso elementos estructurales el país debería prepararse para un largo periodo de bajo rendimiento.

«Aún hay numerosas razones para el optimismo, incluso en la industria alemana», defiende Brzeski, añadiendo que el reciente repunte de pedidos en el sector del automóvil y las favorables condiciones de financiación en el conjunto de la economía también son un «buen augurio», al menos para una actividad sólida en la industria en 2019.

«No hace falta decir que a corto plazo el mayor riesgo para esta perspectiva optimista es un ‘Brexit’ desordenado, que vendría en el momento más inconveniente para la economía alemana».

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