«El Presupuesto de este año es muy parecido en términos de composición fiscal al de los años anteriores», ha señalado José Luis Escrivá durante su intervención en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, un día después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presentase el proyecto de ley de Presupuestos en el Congreso.

Escrivá ha recordado que el organismo no se pronuncia sobre ingresos y gastos, ya que son decisiones que responden a un «carácter redistributivo», y ha explicado que tiene diez días para remitir su informe sobre las nuevas cuentas, motivo por el que no ha querido pronunciarse sobre ninguna medida concreta, aunque ha recordado que muchas ya se incluían en el plan presupuestario del Gobierno y Podemos remitido en octubre a Bruselas.

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) avaló entonces el «factible» escenario macro del plan presupuestario, aunque puntualizó que algunos ingresos podrían estar sobrevalorados, como los relativos a las nuevas figuras impositivas (transacciones financieras y a servicios digitales). También avaló la semana pasada las previsiones del «prudente» cuadro macroeconómico que acompaña el proyecto de Presupuestos, que rebajó en una décima, hasta el 2,2%, la estimación de avance del PIB para este año, y elevaba en dos décimas, hasta el 14%, la previsión de la tasa de paro.

No obstante, ha advertido de que «no se está progresando» hacia la convergencia de la estabilidad presupuestaria que exigen las reglas europeas y la Constitución. Según Escrivá, la política fiscal en España a grosso modo de los últimos cuatro años ha sido «básicamente neutral tras un proceso de ajuste que se extiende hasta 2015», y considera que las correcciones del déficit estructural se han debido al ciclo económico. En su opinión, tras un esfuerzo «muy grande» de reducción de déficit, ve «cierta fatiga», y cree que está «realmente pendiente» una consolidación adicional del desajuste que permita reducir la deuda hacia niveles más confortables y evitar así «sustos» en el futuro.

«Eso está pendiente, nos va a quedar para los próximos años», ha avisado, al tiempo que ha vuelto a alertar de que es «inviable» reducir el nivel de deuda pública al nivel del 60% del PIB en 2020 tal y como recoge la ley de estabilidad presupuestaria. En esta línea, ha recordado que desde que España se incorporó a la Unión Monetaria el endeudamiento público ha aumentado en 40 puntos, y ha hecho hincapié en que el nivel actual de deuda pública próximo al 98% del PIB lleva a una situación «muy vulnerable». En este punto, ha abogado por que los partidos se pongan de acuerdo en las políticas que se implementen y haya un compromiso a medio plazo que haga creíble el proceso de consolidación y desendeudamiento público.

Para conseguir una deuda «sostenible» y «creíble» de cara al exterior, Escrivá sostiene que hay que establecer marcos presupuestarios a medio plazo, ya que en otros países que presentan también fragmentación parlamentaria, como Holanda, se da un mayor protagonismo a las autoridades fiscales para establecer bases técnicas presupuestarias que sirvan de base para los partidos. De esa forma, se consensúan los marcos presupuestarios con las autoridades independientes y se evita así que éstos sean utilizados para la refriega política. Además, ha explicado que las propuestas que van en coalición política son analizadas por instituciones equivalentes a la AIReF en algunos países bálticos y de Europa del Este, que se encargan de evaluar las propuestas electorales durante las campañas y con criterios objetivos los programas políticos de los políticos. «Es un movimiento de alta calidad institucional», ha apostillado.

Por otra parte, sobre la aplicación de la regla de gasto en los ayuntamientos ha vuelto a incidir en que genera «distorsiones» y que tal y como está definida es «infinitamente mejorable e intercambiable por otros instrumentos». En cambio, desde el punto de vista del conjunto de administraciones públicas, la aplicación de esta regla fiscal a los entes locales es «absolutamente decisiva» para generar superávit que permita compensar los déficits de otros subsectores.

«Reconciliar estos dos planos no es fácil», ha reconocido Escrivá, quien opina que cuando se proponga un nuevo marco para el tratamiento de la disciplina fiscal a medio plazo debería ser «muy distinto» al actual, pero por otro lado la aportación de los ayuntamientos «desgraciadamente no es sustituible». Para la AIReF, los ayuntamientos no están mal dotados en cuanto al gasto que ejecutan, especialmente teniendo en cuenta las competencias que tienen establecidas, y ve una «prioridad» que los ayuntamientos aumenten el gasto frente al problema de algunas CCAA infrafinanciadas o de la Seguridad Social. Así, ve dos posibles soluciones. Una primera pasa por reducir el nivel de financiación del Estado a los ayuntamientos, ya que de 20.000 millones, unos 7.000 terminan en bancos y este año terminarán unos 30.000 millones de depósitos de los entes locales en los bancos, pero es algo que ve «muy difícil que ocurra». La otra alternativa es cambiar el nivel competencial de los ayuntamientos, de forma que se amplíen y lleguen a un acuerdo con las CCAA, puesto que, por ejemplo, las regiones no llegan a cubrir Dependencia, que presenta una lista de espera de 300.000 personas, o la renta mínima. «La solución es redefinir el perímetro competencias de los ayuntamientos en el ámbito asociativo», ha remachado.

La Autoridad Fiscal está evaluando actualmente el gasto público, conocido como ‘spending review’, así como las contrataciones, y próximamente se pronunciará sobre su evaluación del gasto sanitario. Preguntado sobre la sostenibilidad del gasto sanitario en España, en un contexto en el que Escrivá ha indicado que conforme a la provisión de servicios público la Sanidad no aparecerá «en ningún caso» como un sector a ser penalizado. Eso sí, ha matizado que en el ámbito farmacológico el reto, que es más un «problema hospitalario que asistencial», es armonizar la tendencia creciente de fármacos «que curan y son innovaciones genuinas» con hacer que sea «manejable» en un entorno de «cierta sostenibilidad». «Haremos propuestas próximamente», ha adelantado.

Por su parte, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha destacado, en la presentación de Escrivá, que la AIReF elabora predicciones basadas «en el mayor rigor analítico» y está revisando el gasto público «de una manera muy rigurosa».