Solunion, la aseguradora de Crédito y de Caución participada por Mapfre y por Euler Hermes (grupo Allianz), destaca que en 2018 las insolvencias mundiales confirmaron la tendencia al alza que comenzó en 2017, después de siete años consecutivos de descensos. El Índice Mundial de Insolvencias de Euler Hermes, que cubre 43 países y representa el 83% del PIB mundial, registrará un aumento del 10% interanual en 2018, según las previsiones. Se espera que una veintena de países de la muestra observen un incremento en 2018, respecto a 2017.

Esto se debe a 3 factores:

1.-un contexto macroeconómico más débil en algunos países.

2.-la implementación de nuevos tipos de procedimientos de insolvencia y la limpieza de registros de empresas, a través de los procedimientos oficiales de insolvencia.

y 3.- la mayor disposición a utilizar el marco de insolvencia en China.

Francia, Italia y España experimentarán un cambio en la tendencia, con un ligero aumento de las insolvencias. En los tres países, el nivel de insolvencias empresariales se sitúa más de un 10% por encima de los niveles anteriores a la crisis (2003-2007).

En España, en 2018 las cifras de insolvencias se mantuvieron estables. Sin embargo, en 2019  los casos aumentarán un 2%, igual que en Italia y en Francia.

En Francia, el repunte de las insolvencias se nota desde el segundo trimestre de 2018, especialmente en sectores como la construcción, y los márgenes y los retrasos en los pagos se han deteriorado a escala nacional.

En Italia, el creciente deterioro de las previsiones de crecimiento, con un PIB que continuará cayendo, del 1% en 2018 al 0,6% en 2019, y la creciente presión sobre los bancos y el crédito, se materializarán poco a poco en más insolvencias.

La desaceleración eleva las insolvencias

La tendencia alcista de las insolvencias continuará en 2019 (+6% interanual) por el suave aterrizaje de la economía mundial hacia un ritmo más lento de crecimiento(3%, desde el 3,1% en 2018 y el 3,2% en 2017). Se espera que el crecimiento del PIB real se suavice en Estados Unidos (del 2,9% en 2018 al 2,5% en 2019), la zona euro (del 1,9% al 1,6%) y Asia (del 5,1% al 4,8%).

Esta disminución de la demanda está aumentando la vulnerabilidad de las empresas con costes fijos elevados y de aquellas con mayores inventarios o dificultades en sus requisitos de fondos de maniobra. Al mismo tiempo, el fin de la financiación fácil está incrementando la fragilidad de los sectores intensivos en deuda y, de manera más general, la de las empresas más endeudadas.

Se espera que la mayoría de las economías, especialmente las desarrolladas, vuelvan a su ritmo de crecimiento del PIB, lo que históricamente ha demostrado ser necesario para estabilizar el nivel de insolvencias (+1,7% para Europa Occidental).

«Esperamos que el crecimiento económico sea gradualmente insuficiente para un mayor número de empresas en un mayor número de países, con respecto a sus costes de producción y (re)financiamiento, y a sus desafíos estructurales», explican en Solunion.

Dos de cada tres países registrarán un aumento en las insolvencias empresariales este año (en comparación con dos de cinco en 2018), y uno de cada dos registrará más insolvencias de las observadas en promedio durante 2003-2007, antes de la crisis.

«Las empresas emergentes, más vulnerables, deberán ser cautas. Los países que mostraron una creación de negocios dinámica en los últimos años se enfrentarán a un volumen adicional de insolvencias, debido a que las empresas jóvenes son más débiles para sobrevivir», advierten en Solunion.

China limpiará sus empresas estatales zombies

El aumento de las insolvencias en China seguirá impulsando las cifras, tanto regionales como mundiales. En 2018 las insolvencias empresariales continuaron con un enorme crecimiento del 60% de acuerdo con los datos no oficiales disponibles, lo que confirma el repunte publicado de manera oficial en 2017 (+74%, hasta los 6.257 casos, según la Corte Suprema Popular de China).

Para este año se espera un crecimiento del 20% de las insolvencias, por el debilitamiento y los ajustes continuos de la economía china, en particular con respecto al crecimiento del crédito, la iniciativa Belt and Road y los problemas del comercio internacional. Y sobre todo porque las autoridades chinas han decidido limpiar sus empresas estatales «zombies», que son más de 20.000.