Abengoa ha dado un paso más en el camino a la reestructuración de su deuda que permitirá la vuelta a la normalidad en los mercados. La compañía ha comunicado este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha alcanzado un acuerdo con los tenedores de bonos y otros acreedores para activar el contrato lock up -bloqueo-, y que permitirá la materialización sin obstáculos del plan de viabilidad que presentó la empresa de ingeniería el 24 de enero.

El citado contrato ha sido suscrito por inversores propietarios de la mayoría de la antigua deuda senior, así como por un elevado porcentaje de tenedores del segundo tramo de la deuda emitida después del acuerdo de reestructuración de 2017. El pacto con los bonistas era la pieza que quedaba por encajar: estos inversores han tenido que hacer concesiones, y el pacto ha necesitado varias ampliaciones de los plazos fijados.

Abengoa comunicó en diciembre que las entidades que firmaban el contrato de bloqueo se comprometían a realizar las acciones necesarias para facilitar la firma del contrato de reestructuración no más tarde del 31 de enero y a no transmitir su deuda a excepción de determinadas circunstancias. Las acciones B de la empresa de ingeniería se apuntan más de 150% en lo que va de año.

El plan de viabilidad, que tiene un horizonte de 10 años, forma parte del acuerdo de reestructuración de la deuda tanto directa como inidrectamente. En el plan se prevé una facturación de 1.488 millones de euros en 2018. Y prevé un crecimiento progresivo de los ingresos hasta alcanzar  4.202 millones de euros en 2028, es decir, casi triplicar la cifra actual.