Un año más, el mes de enero robó el aguinaldo que las Navidades dejan siempre en nuestro mercado de trabajo. El paro subió en 83.500 personas y la Seguridad Social perdió 205.000 cotizantes. Ninguna rama de actividad – salvo la construcción – esquivó la sangría, la mayor de los últimos años. Pero, si se eliminan los efectos estacionales, el empleo sigue creciendo.

La fila de desempleados sumó 83.464 nuevos nombres, en buena parte de mujer, una vez digeridas las fiestas y las rebajas de fin de año. Se trata del peor resultado de los últimos cinco años. Y deja el total de desempleados en 3,28 millones de personas, registradas en los servicios públicos de empleo.

Agricultura, y sobre todo los servicios, acusan el mayor golpe del paro en enero, con subidas porcentuales superiores al 3,5%. En la industria el paro sube levemente, mientras que la construcción sigue borrando nombres de las listas del desempleo, casi 7.000 solo en el último mes (un 2,5% menos).

Aunque la época del año es decisiva para explicar la subida del paro, hay que destacar que si se elimina su influjo, el paro sigue subiendo aunque de forma más moderada, unos 3.200 personas, en términos desestacionalizados.

Otro dato positivo se encuentra en las cifras de contratación. Aunque el paro subió en enero, el número de contratos firmados ese mes sigue creciendo a buen ritmo, un 6,18% con relación al año anterior; el 90% de ellos, temporales.

De los más de 180.000 indefinidos, un 65% de estos contratos son a jornada completa.

La Seguridad Social pierde al 1% de sus afiliados

El desplome del empleo en enero se deja sentir también en las cifras de la Seguridad Social. El número de cotizantes cayó más de un 1% en un solo mes, esto es, cerca de 205.000 afiliados menos; el peor registro de los últimos seis años; si bien, en este período, desde 2013, ningún año se perdieron menos de 175.000 afiliados durante el primer mes del año – con la sola excepción de 2017, cuando rondó esta cifra –.

La caída, que deja el número total de cotizantes por debajo de los 19 millones – exactamente en 18,81 millones –, se dejó sentir con fuerza en el comercio y la hostelería, que perdieron cada uno 40.000 ocupados, y en las actividades administrativas, con otros 36.000 cotizantes menos; aunque tampoco se libraron de los descensos las Administraciones Públicas y la rama sanitaria, con 13.000 y 10.000 ocupados menos, respectivamente; ni el otro gran régimen – junto al anterior régimen general –, el de los autónomos, que perdió casi 20.300 afiliados en un solo mes.

Una fuerte caída que, desde el ministerio de Trabajo, explican como consecuencia de la gran campaña para el empleo que han supuesto las pasadas Navidades, que alzaron al pasado mes de diciembre como el mejor de los últimos once años en cuanto a creación de empleo.

Además, si se elimina la influencia del calendario y la estación, la afiliación creció en enero en más de 38.000 personas, en términos desestacionalizados.

Aun así, hay que destacar que el número de ocupados pasa a crecer por debajo del 3% en el último año – un 2,94% – en enero; lo cual contrasta con el 3,4% a que crecía el año pasado en igual mes.

El régimen general, el más numeroso, sube aún a un 3,3%; aunque el año pasado lo hacía al 4,1%.

Habrá que observar los próximos datos de empleo en las Administraciones Públicas, que caminan con un mes de retraso. En diciembre pasado, los últimos datos disponibles, el empleo público se incrementó en casi 85.000 empleados, a un ritmo del 3,43%; que sube hasta el 5,8% en la Administración General de Estado, según el inventario de entes públicos.