La crisis ha agudizado el ingenio de algunos, que han buscado indemnizaciones o falsos accidentes la forma de incrementar sus ingresos. El Barómeto sobre el Fraude en el Seguro de Autos realizado por la aseguradora Línea Directa, participada al 100% por Bankinter, ha puesto de manifiesto que el fraude en los seguros del coche le supone al sector 780 millones de euros, con un incremento del 30% en el último año.

Este gran gasto para las aseguradoras se refleja en las primas que pagan los asegurados, al incrementarse en un 10%, según ha confirmado el director de gobierno corporativo de Línea Directa, Francisco Valencia, quien concreta que en España, al menos dos de cada 100 siniestros declarados son una «estafa».

En el estudio de la aseguradora achacan este comportamiento al aumento del paro, el descenso de las matriculaciones a mínimos históricos y el envejecimiento del parque. La crisis también ha variado el comportamiento de los asegurados, que para recortar gastos optan por el seguro a terceros, en lugar del de a todo riesgo, explica Valencia. En el seguro a terceros el conductor para una prima media de 230 euros, de los que 25 euros corresponderían a los costes asociados al fraude.

De esta forma, el 75,3% del fraude detectado el pasado año en el sector de los seguros perteneció al ramo del automóvil. Y son los colectivos más afectados por la crisis son tambiénlos que más fraude registran. Así, los jóvenes menores de 26 años representan el 38,5% de los delitos detectados, seguidos de las empresas con flotas de coches, especialmente las pymes, con un 28,2%.

No obstante, según Valencia, lo que más preocupa en estos momentos a las compañías de seguros es el «fraude organizado» por bandas que, en algunos casos, se realizan en «connivencia con algunos proveedores, como talleres de reparación, peritos, médicos o abogados». En este ámbito, aunque el número de delitos detectados es bajo, sin embargo su cuantía económica es mucho mayor.

Tipos de fraude

De acuerdo con los resultados del estudio, cerca del 95% de los «engaños» se localiza en los seguros seguros de coches, frente al 5% de las motos. Y los más comunes son siniestros que no son reales, daños materiales y hasta corporales. No obstante, es el fraude material el que acapara el 96,1% de los partes fraudulentos.

El estudio presenta algunos ejemplos. Cade destacar que el engaño más generalizado en el caso de daños materiales es declarar en un parte de accidente, daños ajenos al siniestro, esto es daños que ya tenía anteriormente el coche (esto ocurre en el 62,6% de los casos), o si se actúa en connivencia con un perito, que ni siquiera existen. Incluso algunas veces la connivencia entre taller y perito arroja unos daños ficticios que ni el propio conductor tiene conocimiento.

En el caso de los daños corporales, cuyo coste económico es más elevado ya que supone una indemnización, es generalizada la simulación de una lesión o agravación de síntomas. El esguince cervical es uno de los recursos más utilizados.

Pero no en todas las provincias  se defrauda igual. El estudio muestra un mapa de fraude en España, y tras curzas todos los casos de fraude de los dos últimos años ha llegado a la conclusión de que Granada (3,09%), Ciudad Real (2,86%) y Málaga son las provincias donde más se comete fraude de seguro de autos. En el lado contrario se encuentran Ávila (0,19%), La Rioja (1,46%) y Albacete (1,49%) donde se encuentran los índices más bajos.

Valencia ha reclamado un canal de «diálogo permanente» entre los agentes implicados para mejorar los mecanismos de detección de fraude en España. En este sentido, recuerda que países como Estados Unidos o Reino Unido cuentan con un órgano especializado de lucha contra el fraude en seguros. España no solo no cuenta con este órgano sino que además no existe una tipología penal específica, dado que se encuadra en el «intento o tentativa de estafa», pese a que este fraude «no es solo un delito contra las aseguradoras, sino contra la sociedad y los clientes que no defraudan».