Increíble, pero cierto. Una empresa no puede acceder a cerca de 150 millones de dólares en criptomonedas que estaban depositadas en ellla. Gerald Cotten, cofundador y CEO del QuadrigaCX, falleció el 9 de diciembre de 2018, tras una complicación que surgió por la enfermedad de Crohn que padecía. Y Cotten era el único que tenía acceso a las contraseñas de los dispositivos (‘monederos fríos’, en la jerga de las criptomonedas) donde se alojaban esos depósitos de la empresa.

La viuda de Cotten, Jennifer Robertson, presentó una declaración jurada ante el Tribunal Supremo de Nueva Escocia, donde dijo que QuadrigaCX tenía unos 190 millones de dólares en criptomonedas, y que gran parte de esos depósitos estaban almacenados en monederos fríos protegidos por contraseñas que sólo su marido conocía.

Unos 150 millones de dólares de los depósitos en criptomonedas estaban guardados en el ordenador que usaba su marido. Jennifer Robertson no conoce la contraseña ni ha logrado descifrarla, a pesar de haber contratado a un técnico para ello.

Por su parte, QuadrigaCX explica que ha solicitado, ante el mismo tribunal, una «protección al acreedor», para poder abordar los problemas financieros que  les impiden cumplir con sus obligaciones para con los clientes.

«Durante las últimas semanas, hemos trabajado mucho para abordar nuestros problemas de liquidez, que incluyen intentar localizar y asegurar nuestras importantes reservas de criptomonedas en monederos fríos, y que se requieren para satisfacer los saldos de depósitos de criptomonedas de los clientes; así como para proporcionar fondos para que una institución financiera acepte los giros bancarios que nos serán transferidos. Lamentablemente, estos esfuerzos no han tenido éxito», señala la empresa en un comunicado publicado el 31 de enero.

Pero en enero de 2018, y por tanto mucho antes de la muerte de Cotten, la compañía había tenido problemas legales. El Banco Imperial de Comercio de Canadá (CIBC) le congeló activos por 26 millones de dólares, tras detectar irregularidades en el procesamiento de pagos.

Con el fin de lograr resolver esta situación, la empresa está estudiando vender su plataforma operativa a entidades que se han mostrado interesadas en la posibilidad de adquirir este negocio.