La escuela de negocios IESE lanza una iniciativa para acabar con el desempleo juvenil

06/02/2019

Susana de Pablos. Se llama 'Education for Jobs Initiative' (ExJ) e implica incluso a las familias.

Las empresas de cualquier sector y tamaño, las Administraciones Públicas, los centros de formación de todos los niveles, así como los padres y las madres de los más jóvenes, tienen ante sí un gran reto. Deberán ofrecer ideas y trabajar en ellas para lograr que las empresas consigan contratar a los trabajadores que necesitan; que los jóvenes encuentren un empleo acorde con sus conocimientos capacidades y actitudes, y que los centros de formación, de todos los niveles, diseñen la oferta formativa adecuada para una España deseosa de alcanzar el pleno empleo.

Este es el objetivo de Education for Jobs Initiative (ExJ), un proyecto multidisciplinar de la escuela de negocios IESE que se propone averiguar cuál es la evolución de las competencias profesionales que demandan las empresas hoy, tanto para cubrir puestos de trabajo como para contratar los servicios de profesionales independientes, así como las que requerirán en los próximos años. Su objetivo es que la educación y la formación dirigidas al desarrollo de esas competencias garanticen la empleabilidad de los trabajadores, y más concretamente, de la juventud española.

Según ha explicado el profesor y exdirector del IESE Jordi Canals, al presentar la ExJ, las empresas juegan un rol esencial en el proceso de definir las competencias profesionales que debe cubrir el modelo educativo para asegurar el empleo del futuro. De hecho, la ExJ se propone ayudar a las organizaciones en eso proceso de definir y sistematizar mejor las competencias profesionales del futuro, de forma que se llegue a asegurar el necesario encaje entre el sistema educativo y sus necesidades reales de personal. Al mismo tiempo, la ExJ pretende construir un diálogo con los centros educativos para mejorar la calidad de los procesos educativos y, en último término, la empleabilidad de los jóvenes durante su trayectoria profesional. Y esto es algo que atañe también a las familias, por tratarse del primer agente socializador, donde tiene lugar la primera educación infantil y donde se mejoran las capacidades y actitudes profesionales de los jóvenes.

El primer paso dado por la ExJ se plasma en un informe titulado El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas. Está dirigido por la investigadora asociada María Luisa Blázquez y  cuenta también con la autoría del investigador Roger Masclans y el propio Canals. Este primer informe, que se ha realizado a partir de la opinión de 53 directivos de grandes empresas que operan en España, es sólo un primer avance para testar la opinión del mundo de los negocios; Canals ha anunciado que también se recabará la opinión de medianas y pequeñas empresas e incluso está previsto llegar a aglutinar un compendio de mejores prácticas.

Este primer informe se inicia con datos preocupantes: España todavía presentaba en diciembre de 2018 con una tasa de desempleo del 14,45%, muy superior a la media de la UE, del 6,6%. El problema es especialmente grave entre los jóvenes, con una tasa de desempleo en menores de 25 años del 33,5%, frente al 14,9% de la media de la UE. Según el informe, el 72% de las compañías entrevistadas encuentra problemas para cubrir los puestos de trabajo que ofrecen y, según defienden sus autores, el cambio en los perfiles que las empresas necesitan exige un sistema educativo de calidad y flexible.

Las dificultades de las empresas entrevistadas se refieren tanto a un nivel de conocimientos insuficientes en algunas materias, como al nivel de capacidades y actitudes profesionales requeridas. En cuanto a los conocimientos, y debido al impacto de la tecnología, esas muestran una gran preocupación por el cambio de competencias profesionales que la automatización y revolución digital provocan, y por la brecha de capacidades profesionales resultante. Así, un 72% de las empresas encuestadas considera que la revolución digital tiene un impacto alto o muy alto en el cambio de perfiles requeridos y un 56% piensa que el impacto de la automatización es alto o muy alto.

En España, y en el mundo occidental en general, la tecnología y los negocios vinculados a ella son las que están diseñando el modelo desarrollo de la civilización. Por eso, al menos en este momento, el mercado demanda profesionales formados en las denominadas materias STEM (ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas). Además, no todos estos perfiles demandados tienen por qué contar con titulación superior, al contrario, faltan profesionales graduados en Formación Profesional (FP), mejor si tienen experiencia, esto es, si han pasado por la FP Dual.

Otros datos del informe del IESE: la diferencia en tasas de ocupación en septiembre de 2018 entre jóvenes con un nivel alto de estudios y aquellos con un nivel bajo es de 32 puntos porcentuales. “Nuestra sociedad necesita un sistema educativo de calidad, flexible y capaz de responder a las necesidades cambiantes de las empresas. La mejora de la calidad del sistema educativo es una responsabilidad de todos los ciudadanos, no sólo de los centros educativos o del Gobierno. De hecho, la mejora en capacidades y actitudes profesionales debe comenzar en el ámbito de la familia”, aseguran los autores del informe.

Y el problema se puede agravar: “Existe una brecha importante de conocimientos, capacidades y actitudes, que aumentará en los próximos cinco años”, dice el informe. El 68% de las empresas encuestadas detecta una importante brecha de conocimientos en tecnología y digitalización, en el caso de los graduados universitarios. Y casi la mitad observa estas mismas carencias en los graduados de FP. Asimismo, se señala, “las empresas consideran que la brecha de conocimientos en áreas como big data, marketing digital, inteligencia artificial o blockchain será aún mayor dentro de cinco años, lo que aumenta el reto de mejora del sistema educativo”.

Capacidades en alza, a la baja
Más de la mitad de las empresas encuestadas no encuentra las capacidades de trabajo en equipo requeridas en titulados universitarios, ni las capacidades requeridas de comunicación. En relación a los titulados en FP, ocurre prácticamente lo mismo, más de la mitad de las empresas no encuentra la capacidad requerida de comunicación y un 48% no encuentra la capacidad requerida de trabajo en equipo. Sin embargo, ocurre que las empresas están evolucionando hacia estructuras más planas y transversales, con modos de trabajar diferentes, que incorporan metodologías agile, trabajos por proyectos y métodos como el design thinking. Estas tendencias requieren conocimientos y capacidades diferentes, con mayor énfasis en el trabajo en equipo, la comunicación, el liderazgo, la negociación o el sentido emprendedor, y unas actitudes profesionales y personales diferentes.

La brecha detectada en el ámbito de las actitudes profesionales y personales es también grande. Un 72% de las empresas encuestadas no encuentra el nivel de adaptabilidad y resiliencia necesarias en las personas procedentes de formación universitaria y el 52% no encuentran aquellas actitudes entre los graduados de la FP.

La FP no despega
Sólo el 24% de los jóvenes en España han estudiado FP, muy por debajo del 36% de media en la UE. Según los datos de la OCDE referidos a 2016, destacan en FP países como Austria (59%), Francia (48%) o Alemania (51%). En España, las empresas encuestadas siguen apostando por contratar personas con formación universitaria de grado superior. El 67% de los puestos de trabajo actuales y el 57% de los ofrecidos en los últimos doce meses en las compañías entrevistadas están ocupados por personas con formación universitaria de grado superior.

Con todo, se observa un aumento de puestos cubiertos por profesionales de FP, que suponen el 17% de los puestos de trabajo totales y el 21% de las contrataciones realizadas en los últimos doce meses. Sin embargo, las empresas siguen encontrando dificultades para contratar a jóvenes con la FP por ellas requerida.

No en vano, las empresas encuestadas consideran que deben desempeñar un papel más activo en la definición de las competencias profesionales del futuro y en los contenidos de la formación. Dicen necesitar, por parte del sistema educativo, una formación más completa, holística y práctica, con énfasis tanto en los conocimientos, como en las capacidades (análisis, síntesis, pensamiento crítico, capacidad para trabajar en equipos multidisciplinares, multifuncionales, trabajo en equipo) y las actitudes necesarias. “Es deseable una colaboración más intensa de los distintos actores”, recomiendan los autores del informe. Y se apoyan en los resultados del informe: “Un 87% de las empresas participantes en el estudio considera importante que las empresas tengan un papel más activo en la definición de los conocimientos, capacidades y actitudes necesarios, y su traslación a los planes de formación de los centros educativos, y muestran su disposición para colaborar más aún en esta tarea”.

“Asimismo —destaca el informe— las empresas consideran que el Gobierno debería impulsar esta colaboración entre empresas, universidades y centros educativos, flexibilizando y modernizando el sistema educativo para que las instituciones educativas puedan dar respuesta a las necesidades reales de las empresas. En particular, las empresas consideran que el Gobierno debería introducir mayor flexibilidad en el contenido y la adaptación de los programas y módulos, facilitar la colaboración de las empresas y fomentar la creación de nuevos grados. Las fórmulas mixtas de estudio-trabajo, o prácticas hacia el final de un ciclo formativo o grado, son el mejor antídoto para luchar contra el desempleo y la mejor ayuda para preparar a los jóvenes hacia una trayectoria profesional satisfactoria. El Gobierno debería potenciar los contratos en prácticas. Su regulación debe incluir algunos aspectos básicos de protección social, pero debería evitar costes y rigideces innecesarios. El impulso de la formación con prácticas en las empresas genera un enorme beneficio para los jóvenes, mejora su empleabilidad futura y contribuye a reducir problemas sociales enormes como el desempleo o la exclusión social”.

Cabe señalar que para la elaboración del informe los investigadores del IESE han contado con la participación de 53 compañías relevantes de la economía española, que se han seleccionado de acuerdo con varios criterios: empresas que cotizan en bolsa; empresas privadas de tamaño grande o mediano; liderazgo en el sector expresado por la cuota de mercado; y oferta de empleo especialmente cualificado. Todas estas empresas obtuvieron en conjunto una facturación total de 447.413 millones de euros en 2017, y daban empleo aproximadamente a 447.763 personas en España y a 2.970.233 personas a escala mundial en diciembre de 2017. La metodología que se ha seguido para realizar el diagnóstico consta de dos elementos básicos: una encuesta exhaustiva y una entrevista personal. Las personas entrevistadas que han colaborado en este proyecto son los directores de la división de personas, de recursos humanos o desarrollo de talento de las empresas participantes.

Más información
⇒ Descargar completo el informe titulado El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas
⇒ Seguir en Twitter a @iese_esp

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