El 40% de la nueva producción de seguros de Autos del Grupo Mutua se genera cuando el cliente entra en la web de la aseguradora. Pero solamente entre el 15% y el 20% termina el proceso exclusivamente online, afirma el presidente y CEO de Mutua, Ignacio Garralda, en un encuentro organizado por Servimedia con motivo de su 30º aniversario.

La aseguradora, que tiene un acuerdo con Google, mantiene conversaciones con otros operadores para avanzar en la digitalización. «Es un mundo apasionante, en el que es bueno ir de la mano de alguien», explica Garralda.

Sobre el modelo de supervisión, el presidente de Mutua reitera que «preferimos tener un supervisor especailizado», siguiendo el modelo europeo (EBA, para la banca; Eiopa, para el seguro y las pensiones; y Esma, para los mercados). «El segurro tiene su propia individualidad», subraya.

No obstante, Garralda defiende que estos supervisores especializados se completen con otro más global y transversal «que cuide al cliente minorista». «No cabe duda de uno de los efectos de la crisis más demoledores es la pérdida de confianza del consumidor. Es esencial recuperar la confianza, y que haya una agencia especializada del cliente y ahorrador de servicios financieros me parece que es una buena idea», argumenta.

Expansión por la Alianza del Pacífico

Mutua ejecutará en 2020 la opción de compra de un 20% adicional en el chileno BCI Seguros en 2020, apunta Garralda. Hace 3 años entró en la primera aseguradora No0 Vida de Chile con el 40%, en su primera incursión internacional. «Podemos subir al 60% y seguramente lo haremos», señala el presidente de Mutua.

Garralda reconoce conversaciones para ampliar la alianza con los socios del BCI chileno a Perú, Colombia y México. «Creemos que la Alianza del Pacífico tiene bastante recorrido económico».

Otro objetivo es desarrollar la gestión de activos y de patrimonios, a través del 30% de la gestora EDM, con opción a alcanzar el 51% en un año, y del 50,01% de Alantra Wealth Management. «El sector de seguros está cambiando, necesita diversificarse, nosotros estas actividades las teníamos poco desarrolladas, y hay una necesidad del cliente de obtener más rentabilidad para su dinero», explica el presidente de Mutua.

Deducciones fiscales más fuertes

En un debate con el presidente de Cáritas, Manuel Bretón, el presidente de Mutua afirma que «la crisis ha caído sobre las espaldas de los escalones más bajos de la sociedad». «Es cierto que la devaluación de los salarios ha hecho más competitivas a las empresas, pero también ha creado grandes desigualdades en la sociedad. Ahora hay que recuperar la capacidad adquisitiva de los salarios sin perder competitividad», señala el también presidente de la Fundación Mutua.

Garralda, que subraya que «se ha tratado de implicar a todos los empleados del grupo Mutua en el voluntariado corporativo, incluso provocándoles para que asuman un papel protagonista», cree que el Estado debe apoyar más a las fundaciones de las empresas. «Una deducción fiscal fuerte favorecería la labor social de las empresas», como sucede en los países anglosajones.

Cree que la integración del tercer sector «es una asignatura pendiente» en España. Y resalta que «la reputación es básica para una empresa, que debe implicarse más en cuestiones sociales, y hacerlo de verdad, no con cosmética». «Los clientes se mueven por intangibles, y hay que tangibilizar la responsabilidad social corporativa. El cliente debe identificarse con la empresa, no solo comprando un producto o servicio de calidad», subraya Ignacio Garralda.

También precisa que «todavía muchas ONG no son transparentes, y las empresas son reacias a invertir en sus proyectos», pese a la labor que está haciendo en este campo la Fundación Lealtad.

«El presupuesto para ayudas sociales de la Fundación Mutua es claramente insuficiente. Se atienden medio centenar de solicitudes sobre más de 400 que nos llegan», admite Garralda.

El presidente de la Fundación Mutua reconoce que «la estadística que más me duele es la del abandono escolar». «Los jóvenes necesitan formarse, porque sin formación no pueden ser versçatiles y cambiar de trabajo», explica. «Para ello se necesita una enseñanza de calidad, más dedicación de recursos a la educación», recalca Garralda.

Situación límite

«Nios preocupa la población que está por debajo del umbral de la pobreza» pese a la recuperación ecconómica, señala Manuel Bretón, presidente de Cáritas. «Hay muchas carencias sociales después de tantos años de crisis», insiste, al tiempo que recuerda que el 75% de la inversión procede del sector privado. «Ha habido que repensar proyectos», reconoce.

«No se trata solo de dar de comer, sino de facilitar un desarrollo humano integral», subraya Bretón, que reclama más viviendas sociales para hacer frente al problema del alquiler, y más vigilancia sobre el cumplimiento de las leyes sociales. Y lanza un aviso: «las familias tendrán que ayudar a los pensionistas», cuando la pensión pública deje de ser suficiente para mantener el nivel de vida.

«¡Ojalá llegara el día en que Cáritas deje de ser necesaria», concluye Tomás Bretón.