International Airways Group (IAG) -holding que agrupa a British Airways, Iberia, Vueling, Level y Aer Lingus- ha dado el primer paso, al menos comunicado oficialmente, para controlar la composición de su accionariado con el fin evitar nuevos inversores no comunitarios. Esta decisión se produce cuando queda mes y medio para que cumpla el plazo para que Reino Unido abandone la UE, con o si acuerdo, puesto que parece improbable que las autoridades comunitarias amplíen el periodo de negociaciones.

El escenario es complejo para estas aerolíneas, ya que, en caso de un Brexit duro, las compañías con mayoría de capital no UE, como Iberia, no podrán volar entre países comunitarios. Ante este escenario, que está muy cercano incluso si la Comisión Europea concede a IAG un periodo de adaptación, el grupo ha hecho público que vetará la adquisición de sus acciones, a partir de ahora, a cualquier inversor ajeno a la UE. El objetivo es que no superen el actual porcentaje de 47,5% de títulos que están en manos de accionistas no comunitarios. 

Pero el argumento que se desprende del comunicado es más complejo, y parece también un aviso. A continuación de relatar ese objetivo, el grupo señala que ha decidido no imponer estas restricciones a los inversores británicos. «Se hace constar que las personas británicas no son ni serán tratadas como ‘Personas No UE’. Como  consecuencia, no están ni estarán sujetas a las restricciones a la adquisición de acciones, añade el comunicado enviado a la CNMV. Si bien, matiza que puede cambiar de opinión en el futuro e incluir en estas restricciones a los accionistas británicos.

En caso que un posible inversor de fuera de la UE no acate esta decisión, el consejo de administración de la aerolínea le comunicará que su participación carece de derechos  políticos y de voto, al tiempo que la aplicará un periodo de diez días para venderla. IAG los adquirirá con una fórmula que evite que el inversor acumule plusvalías.