Al final, la subida quedó en poca cosa, incluso en muy poca cosa para lo que podrían haberse esperado tras una apertura espectacular amparada en las palabras de Ben Bernanke acerca de posibles medidas para apuntalar la recuperación.

Parece como si después de subir hasta un 1,2%, el mercado consideró que el trabajo estaba hecho y dejó de empujar. Hubo relajación. O puede que no sea relajación exactamente lo que hubo. Si miramos el calendario de precisiones de mañana nos encontramos que hay motivos para no lanzar las campanas al vuelo.

Mañana salen datos de peticiones de desempleo, ventas minoristas y precios a la producción. Ahí es nada. Y Bernanke seguirá con su comparecencia, se supone que para decir algo más de lo que ha dicho hoy ante las preguntas de sus señorías. Demasiadas cosas como para no optar hoy por la prudencia e incluso para hacer un beneficio rápido y quedar a la espera.

Eso sí, si mañana el dato de empleo no es tan malo como se espera y las ventas minoristas no decepcionan, puede ser el día clave. Excuso decirles el panorama que nos dejaría un fracaso en ambos indicadores y tengo la mosca detrás de la oreja, porque si Bernanke está ya pensando en posibles medidas de apoyo es que sus datos no son del todo buenos.

En fin, que al final la subida supo a poco a pesar de que hace solo un día nos hubiera parecido estupenda. El Dow Jones subió un 0,36%,m el S&P 500 un 0,31% y el Nasdaq Composite un 0,54%. Los valores que avanzaron en el Nyse duplicaron a los que retrocedieron y en el Nadaq la proporción fue ligeramente mayor que el 2 a 1.