Trump declara la emergencia nacional ante la «invasión» a través de la frontera con México

15/02/2019

diarioabierto.es. "Es una invasión de drogas, una invasión de bandas criminales, una invasión de gente, y es inaceptable", ha añadido.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado este viernes el estado de emergencia nacional en la frontera con México para costear la finalización del muro de separación entre ambos países tras considerar insuficiente la partida de 1.500 millones de dólares aprobada finalmente por el Congreso de Estados Unidos.

«Voy a firmar una declaración de emergencia, como han hecho otros presidentes antes que yo por cosas menos importantes. Es algo muy importante», ha declarado Trump.

Trump ha argumentado que su decisión ha sido motivada por «esta invasión que está viviendo Estados Unidos, por criminales, por traficantes de drogas», en una comparecencia ante los medios en la Casa Blanca, acompañado de las llamadas «Madres de los Ángeles», madres de fallecidos a manos de inmigrantes ilegales.

«Es una invasión de drogas, una invasión de bandas criminales, una invasión de gente, y es inaceptable», ha añadido.

Cientos de migrantes cubanos buscan ddar el salto a EEUU desde Panamá

Las nuevas quejas y los ataques de Trump van dirigidos a los cerca de 600 migrantes de Cuba y otros 120 procedentes de Haití y países africanos que han llegado a Panamá dentro de una «caravana de la libertad» con la que quieren llegar a Estados Unidos, cuatro años después de que la primera crisis migratoria cubana en Centroamérica.

«¡Queremos pasar! ¡Queremos pasar!», gritaron los migrantes a los miembros del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá, tal como figura en varios vídeos difundidos por ellos mismos en redes sociales. Su objetivo es llegar a Estados Unidos y solicitar asilo en la frontera.

En 2017, el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, eliminó la política de ‘pies secos, pies mojados’, según la cual los cubanos que llegasen a territorio norteamericano podían quedarse en el país. Sin embargo, muchos cubanos persiguen ahora ese mismo sueño a través del asilo político, para lo cual es necesario que demuestren persecución.

El grupo que está ahora en Panamá se asemeja a otras ‘caravanas’ de centroamericanos que han avanzado hacia el norte en los últimos meses. Uno de los cientos de cubanos que permanecen en el este panameño ha contado a ‘El Nuevo Herald’ que la situación que viven es «muy dura».

«Aquí hay mujeres embarazadas, niños, gente mayor. Queremos llegar a tierras de libertad, a Estados Unidos. Somos una caravana migrante de libertad. Nadie quiere quedarse en Panamá», ha dicho a través de Messenger, sin querer ser identificado por temor a represalias.

Según ha contado, se ha costeado el viaje con el dinero que obtuvo trabajando en Uruguay, país al que llegó en 2017, y aspira a reunirse con familiares en Miami. Este migrante ha explicado que, al menos en el caso de los cubanos de la ‘caravana’, se han organizado a través de las redes sociales para aliarse y protegerse de ‘coyotes’ y pandillas.

«Son unos irrespetuosos»

El ministro de Seguridad panameño, Jonathan del Rosario, ha explicado al mismo medio que el grupo está compuesto por más de 700 personas. Con banderas blancas y gritos de «libertad» han entrado a pequeños pueblos de Panamá, como Puerto Obaldía, donde se encuentran 585 de ellos.

Los migrantes, según Del Rosario, entraron en el país «de manera abrupta» y en una zona donde hay guerrilleros y traficantes de droga. En este sentido, ha llamado a cumplir los procedimientos: «Que los migrantes no representen un riesgo para la salud ni para la comunidad y además recolectar datos biométricos para confirmar que no son buscados por Interpol o se trate de terroristas».

«Son unos irrespetuosos que llegan a nuestro territorio filmando, gritando, ofendiendo a las autoridades. Nuestra labor es mantener el orden en el país. Quienes no se sometan a las autoridades tendrán que enfrentar las consecuencias», ha añadido el ministro, que ha negado una represión con gas pimienta.

Del Rosario también ha señalado que, aunque la política oficial es permitir que los migrantes sigan su ruta hacia el norte, Panamá se reserva el derecho a deportarlos a Cuba o Colombia –país de entrada– si otros países cierran sus fronteras. «Al final del día en nuestras leyes no hay posibilidad de regularizar a quienes entran indocumentados», ha afirmado.

El Servicio Nacional de Fronteras de Panamá ha asegurado que un grupo de africanos que viajaba junto a los cubanos está enfermo de malaria, lo que ha complicado la travesía. El Gobierno panameño ha enviado a la zona alimentos y otros suministros, al tiempo que ha reforzado el personal de distintos organismos del Estado.

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