La Comisión Europea ha enviado este viernes un pliego de cargos a Telefónica en el que la acusa de incumplir las medidas correctivas que prometió adoptar para obtener el visto bueno a la adquisición de la filial alemana de la holandesa KPN, E-Plus, según ha informado en un comunicado.

Es la primera vez que Bruselas acusa a una empresa de haber incumplido los compromisos que había asumido para obtener la autorización. Telefónica dispone ahora de un plazo que finaliza el próximo 5 de abril para responder a las acusaciones.

Las autoridades europeas podrían imponer una multa de hasta el 10% de los ingresos anuales de Telefónica Deutschland, la firma que adquirió E-Plus, e incluso revocar la decisión que dio luz verde a la fusión.

«Los compromisos de las partes en las decisiones de fusiones son cruciales para garantizar una competencia efectiva tras la operación. Necesitamos que se cumplan totalmente y tomarnos en serio cualquier caso en el que las compañías pueden no hacerlo, por eso hemos enviado hoy este pliego de cargos», ha explicado la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.

El Ejecutivo comunitario autorizó en julio de 2014 la compra de E-Plus por parte de Telefónica Deutschland después de haber realizado una investigación en profundidad ante la sospecha de que la fusión provocaría problemas de competencia en Alemania, debilitaría la posición de los operadores virtuales y se traduciría en un aumento de los precios. El visto bueno estaba supeditado a tres condiciones, una de las cuales era que Telefónica debía extender sus acuerdos de venta mayorista existentes con sus socios y con los de E-Plus y ofrecer servicios 4G a los «mejores precios» a todos los actores interesados. Además, prometió mejorar la capacidad de sus socios mayoristas de transferir sus clientes de un operador a otro.

No obstante, la Comisión Europea cree que la empresa de telecomunicaciones no implementó «correctamente» las obligaciones que había adquirido con respecto al acceso mayorista a servicio 4G porque no incluyó «determinados acuerdos mayoristas existentes en las condiciones de referencia». «Si Telefónica hubiera incluido tales acuerdos adicionales, terceras partes se hubieran beneficiado de condiciones de acceso a la red mayorista 4G más ventajosas. Como resultado de la conducta de Telefónica, se redujo la capacidad de terceros para competir en el mercado alemán de servicios de comunicaciones móviles».

Además de esta medida correctiva cuya aplicación cuestiona ahora Bruselas, la compañía debía ceder el 30% de la capacidad de red de la empresa resultante de la fusión a uno o varios operadores virtuales para garantizar la competencia en el mercado alemán de telefonía móvil.

Por último, se comprometió a ceder frecuencias radioeléctricas y ciertos activos a un nuevo operador real entrante o a operadores virtuales que obtuvieran la capacidad de red prevista en la medida correctiva anterior.

De su lado, Telefónica Deutschland ha asegurado que, en su opinión, ha actuado «de acuerdo a lo establecido» en la aplicación de esta medida correctiva, de la misma forma que se ha hecho con otros de los remedies fijados para lograr la aprobación de la fusión. En este sentido, la filial alemana de la española ha señalado que está analizando el comunicado completo de la Comisión Europea y dará su punto de vista a su debido tiempo en las próximas semanas. «Tenemos confianza en que podremos disipar las dudas de la Comisión al respecto», ha afirmado.