La subasta de deuda italiana pesó como una losa sobre los mercados de valores europeos que querían borrar su mala apertura de sesión pero que encontraron un escollo insuperable en el tipo de interés al que el el Tesoro italiano ha tenido que adjudicar la subasta.

Lo lógico era que la sesión fuera mala de solemnidad después de la advertencia de Moody’s de que con casi total seguridad va a rebajar el rating estadounidense y la apertura fue acorde con esa sensación. Sin embargo, para sorpresa de propios y extraños, los índices fueron recuperando el oxígeno hata anular por completo las pérdidas iniciales, pero todos los ojos estaban puestos en Italia y si bien cuando se cubrió la subasta muchos respiraron aliviados, al ver los intereses de adjudicación de los títulos empezó de nuevo la cuesta hacia abajo.

Pero no ha sido una jornada cualquiera. Al amparo de un buen dato de paro americano, de una subida de las ventas minoristas y de unos buenos resultados de JP Morgan, las Bolsas europeas volvieron a intentarlo, con pocas fuerzas eso sí. Y parecía que lo conseguirían, pero el problema es que Bernanke ha seguido hablando y se ha visto obligado a precisar la interpretación de las palabras de ayer: una cosa es que la Fed pueda hacer una cosa y otra cosa es que vaya a hacerla.

Total, que lo de las medidas de apoyo al crecimiento quedó en segundo plano y lo que pasó al primer plano fue la coletilla de ayer: si es necesario. Y una precisión añadida por el jefe de la Fed: aún no es necesario adoptar nuevas medidas a pesar de que el panorama es muy complejo.

¿Hubiera sido lógico en estas condiciones que los ídncies cerraran con ganancias? La respuesta es no. Imposible. Y como lo que es imposible, es imposible, las Bolsas europeas cerraron con pérdidas. La buena noticia es que no fueron tan abultadas como hubiera cabido esperar a priori. La mala es que la «calidad» de la sesión en algunos índices deja bastante que desear.

Por poner un ejemplo sencillo, en el Ibex sólo subieron tres valores: Santander, BBVA y Banco Popular. Lo extraño es que no bajará más, pero ya saben que la «aritmética» del Ibex es bastante curiosa y BBVA y Santander pesan lo suyo.

Al cierre, Bernanke seguía hablando y matizando cosas. Lo mejor que nos pudo pasar fue que acabara la sesión. El Dax cayó un 0,73%, el FTSE un 1,01%, el CAC un 1,11% y el Ibex un 0,71%.