Iberdrola vuelve a ver atractivo en el mercado español  y ha anunciado que elevará sus inversiones en España a 8.000 millones de euros hasta 2022, frente a los 5.700 millones programados hasta ahora (crecen un 40%). Es uno de los principales puntos de la revisión del plan estratégico, cuyo contenido ha sido anunciado este martes 26  de febrero en el Capital Markets Day en Londres.

Su presidente, Ignacio S. Galán, ha destacado que ya que de esa cifra, más de la mitad (4.200 millones de euros) se destina a energías renovables, la compañía necesita un marco normativo que aporte estabilidad a largo plazo. Y además que Iberdrola quiere liderar el proceso de transición energética en España.

El aumento de las inversiones para un grupo que quiere crecer y ser el líder del sector en Europa se extiende también a otros países, el plan 2018-2022 incluye un programa inversor a nivel global por 34.000 millones de euros, 2.000 millones más. Los países a los que básicamente se dirige los proyectos, algunos en marcha, son Estados Unidos, Reino Unido, México, Brasil, Grecia y Portugal.

En la necesidad de caminar hacia la descarbonización de la generación eléctrica y producir con tecnologías más sostenibles, la empresa que preside Galán percibe grandes oportunidades, así como en la construcción de redes inteligentes. A este último programa destina 16.000 millones de euros, el 98% está en marcha y se desarrollan con marcos de remuneración ya establecidos.

La generación en renovables cuenta con 13.000 millones de euros, repartidos en megavatios eólicos marinos (Estados Unidos y Reino Unido), eólica terrestre, térmica solar e hidroeléctrica.

El grupo proyecta obtener un Ebitda (resultado bruto de explotación) de más de 12.000 millones (antes entre 11.500 y 12.000 millones) y un beneficio neto entre 3.700 a 3.900 millones (3.500 a 3.700 millones en la anterior redacción del plan). Los accionistas recibirán al menos 0,4 euros por acción, cifra que figuraba como techo.