Las tres grandes eléctricas españolas están manteniendo, cuando actualizar sus planes estratégicos o mantienen reuniones con analistas e inversores, sus guiones previos. En especial en lo que se refiere a cuidar a los accionistas a través de mejoras graduales de las retribuciones y asegurando que éstas se basan en criterios de sostenibilidad, aunque algunos expertos cuestionen, en algunos casos, las estrategias que siguen en el pago de dividendos. O en la fijación de un pay-out (parte del beneficio que se destina a ese fin) muy elevado.
Si bien los analistas también reconocen que esa política es uno de sus mayores atractivos y que despierta interés de los minoritarios y en entidades de inversión colectiva que buscan rentabilidades previsibles y sustantivas. Además la idea de que esas retribuciones se hacen en detrimento del crecimiento no parecen que haya calado.
En este año, aunque no lideren el ranking por la revalorización de sus títulos en el Ibex, como en otros ejercicios, están en positivo; Endesa, con más del 9% (y una rentabilidad por dividendo del 6,5%); Naturgy, un 7% (rentabilidad por dividendo del 5,7%), e Iberdrola, también cerca del 7% (con una rentabilidad del 4,8%). Un comportamiento bastante similar, que está marcado por algunos factores en común, como la influencia en resultados de la regulación del sector energético en España, que Naturgy e Iberdrola compensan, con algunos factores negativos, con sus posiciones internacionales.
Con todo, compiten entre ellas para atraer accionistas. El presidente de Iberdrola, Ignacio S. Galán, ha presentado esta pasada semana la actualización del plan estratégico en Londres, en la que ha revisado objetivos y proyecciones hasta el 2022, en lo referente a dividendos ha comprometido el pago de 0,4 euros por título ese año, como cifra mínima a abonar, mientras que antes figuraba como techo.
En la presentación de resultados de Naturgy, su presidente, Francisco Reynés, destacó el cumplimiento del plan estratégico, del que forma una parte básica la remuneración a los accionistas. El grupo aumento el dividendo en 2018 un 30% hasta 1,3 euros por acción y los hará en un mínimo del 5% hasta 2022. Tiene, asimismo, un plan de recompra de acciones propias, que se elevó a 145 millones de euros hasta enero de 2019. En total se destinó a los accionistas 1.500 millones de euros.
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