El fondo soberano de Noruega, el que acumula más valor por la suma de sus activos en la categoría de entidad financiera estatal, ha anunciado que se retira del capital de las compañías petroleras por razones económicas y financieras. Este vehículo de inversión, con un patrimonio cercano al billón de euros, no quiere asumir más el riesgo que conlleva la volatilidad de los precios del petróleo, evolución que afecta a las cotizaciones de las empresas del sector.

Esta decisión tiene algo de paradójico, ya que la entidad debe origen y fortaleza, así como la de Noruega, al crudo del Mar del Norte, pero también se entiende por los criterios de diversificación que ha asumido. La economía de Noruega, como país, está muy vinculada a los hidrocarburos, que representan la primera partida en las exportaciones, con lo cual se opta porque el fondo, que en ocasiones presta liquidez al Estado, no tenga intereses en el sector.  El país nórdico, pese a la decadencia de las yacimientos del Mar del Norte, es el mayor productor de hidrocarburos de Europa Occidental.

La medida no está relacionada, se ha reiterado, con criterios medioambientales o de apuesta por las energías renovables. «El objetivo es reducir la vulnerabilidad de nuestra riqueza frente a un retroceso permanente de los precios del petróleo»,ha señalado la ministra de Finanzas, Siv Jensen, responsable de la entidad junto al gestor del fondo, el Banco Central de Noruega (Norges Bank).

La desinversión, que afectará a las empresas con actividades de exploración y producción, se presentía en el sector por anuncios en esa línea, que ahora se formaliza. No obstante, según los datos de 2018, la entidad suma participaciones por un valor de 37.000 millones de dólares, que están repartidas en los primeros puestos entre las majors: la angloholandesa Shell, la británica BP, la francesa Total y la estadounidense ExxonMobil.

Noruega cuenta con dos entidades financieras estatales con gestiones diferenciadas: The Government Pension Fund-Global (antes llamado The Government Petroleum Fund) y The Government Pension Fund-Noruega (con anterioridad The National Insurance Scheme Fund). Ellos reciben ingresos derivados de la extracción de crudo, así como dividendos de la petrolera de capital mixto Statoil.