Pese a las notas, «ninguna entidad deberá incrementar capital adicional», un reconocimiento de la Autoridad Económica Europea (EBA) que viene a confirmar que ninguna entidad española ha suspendido. Esa fue la explicación dada por el gobernador del Banco de España. Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien reiteró que «me niego a aceptar que ha suspendido alguna entidad». Según concretó, las entidades cuentan con 17.000 millones de euros en genéricas y con ellos se pueden afrontar «cualquier tipo de pérdidas que se pudieran producir». Y tras el decreto ley del pasado febrero hay 14.000 millones más, que de no haberse metido «ahora muchas entidades tendrían que hacerlo ahora «deprisa y corriendo».

El gobernador ha insistido hasta la saciedad que consideraba un «error» que la EBA no hubiera reconocido como capital las provisiones genéricas (lo que las entidades han destinado de sus beneficios a lo largo de los últimos años para cubrir situaciones difíciles), aunque entendía su actitud, porque se trataba de admitir todos los instrumentos que utiliza cada sistema financiero europeo. También mostró su discrepancia con que no se haya incluido en los escenarios estresados el peso de la deuda soberana. En ese caso, aseguró, hubieran suspendido muchas entidades y no precisamente españolas, que son unas de las que menos exposición tienen a la deuda soberana de los países rescatados. La justificación de las autoridades europeas es la elevada «volatilidad» del mercado de la deuda soberana.

Pese a estas discrepancias, Fernández Ordóñez destacó la labor realizada por la EBA en los seis meses que lleva funcionando para «homogeneizar» todos los datos y dar «credibilidad a estas pruebas«. Y destacó como ejes más importantes de los test de estrés de 2011 la transparencia, cantidad de información que tiene «cada uno en la mano, que se puede construir el escenario que se quiera».

En cuanto a España, resaltó el esfuerzo que se está haciendo con la reestructuración del sistema financiero, como se ha demostrado en estas pruebas de estrés, donde se comprueba que «se están dando los resultados esperados«, hasta el extremo que el 11 de marzo ya se dijo que algunas entidades necesitarían capital adicional y cuatro meses después «ninguna tiene que poner capital adicional«. Por tanto, «el resultado no ha sido un fracaso para España», y «aunque no tengamos algo perfecto», lo cierto es que las entidades que tenían problemas se ha demostrado por los test que «los han resuelto» y el 30 de septiembre se habrá cerrado el proceso de recapitalización, que es el último paso del proceso que se inició en 2009. El gobernador estaba tan convencido de que se ha acertado en lo que se ha hecho, que «será válido para los próximos 50 años».

En este sentido, ha recordado todo lo hecho hasta ahora. Primero sanear el sistema (se pusieron casi 100.000 millones), consolidar lo que había, reducir su capacidad a través de una reestructuración y, por último, una sacar una ley de cajas para que pudieran ir a un nuevo modelo societario con el que mejorar su gobernanza y los requerimientos de solvencia. Sólo al final de este proceso se les ha pedido recapitalizas y «ya está hecho»

No obstante, por si queda alguna incertidumbre, la EBA ya ha explicado que las entidades tendrán lo necesiten tendrán y para hacerlo se les da nueve meses (inicialmente se había hablado de seis meses).

También presumió de la iniciativa española, desde tiempos de Luis Ángel Rojo, de que las entidades realiaran provisiones genéricas, el primero en plantearlo.

Asimismo, Fernández Ordóñez aseguró que a España se le han aplicado las hipótesis «más duras». Aún así «hemos metido todo, porque es positivo para afianzar y dar confianza hasta la última entidad española«. Con ello, destacaba el esfuerzo de haber «fotografiado» al 93% de las entidades españolas, cuando el resto solo ha presentando el 50%, como pedía la EBA. De haber presentado solo ese 50%, «ninguna entidad hubiera suspendido», como han optado en hacer muchos países europeos.

«Solvencia razonable»

El gobernador con los resultados en la mano aseguró que la solvencia del sistema financiero español es «razonable», al tiempo que explicó que el ejercicio de surpervisión no acabará tras conocerse los resultados, sino que se seguirá vigilante y presionando y exigiendo a las entidades españolas.

Además, descartó que se tenga que estar hablando de ganadores (The winner is…) porque como con los oscar hay muchos directores y actores de prestigio más que reconocido que nunca han recibido ese galardón. Lo importante ha sido el ejercicio de transparencia realizado por todas las entiedades.

Por otro lado, el gobernador apostó por el futruo de la EBA, porque «es bueno para Europa» y «las críticas están fuera de lugar», pese a que se pueda discrepar con alguno de los criterios seguidos, lo que no es motivo para «descalificar» a una institución que lleva seis meses funcionando.