La firma en Estados Unidos del acuerdo para la asociación y entrada en Tallgras Energy es una operación que encaja en los objetivos de crecimiento del Enagás en activos que forman parte de sus negocios más relevantes. El pacto, suscrito con filiales de las entidades de fondos Blackstone y GIC, supone un inversión de 590 millones de dólares en una primera fase, más otros 83 millones – en conjunto tendrá el 24,9% de capital- y un compromiso de hasta 300 millones.

Después de conocerse la operación, la agencia de calificación crediticia Fitch ha ratificado el rating ‘A-‘ con perspectiva estable asignado a la deuda a largo plazo de Enagás. Por el contrario, S&P la ha rebajado a ‘BBB+’ desde ‘A-‘. Considera que la estrategia de la empresa es más agresiva.

Si bien las cifras son sustantivas para Enagás -Tallgrass tiene un tamaño similar al de la empresa española-, su presidente, Antoni Llardén, destacó lo que implica entrar en Estados Unidos -un área muy pujante en el área gasista-, que encaja además con el objetivo de crecer en su core business en países estables, siguiendo estrictos criterios de inversión. Como alternativa zonas más maduras, Enagás «contempla cerrar acuerdos con socios de primer nivel»  en el mercado internacional. Las empresas participadas aportarán del resultado después de impuestos en 2023

En la actualización del plan estratégico, que ha presentado Llardén a prensa y analistas, se hace un guiño al mercado para mantener la confianza de los inversores -la mayor parte fondos- y, en la misma línea, asegura que los planes de remuneración de los accionistas se basan en la capacidad presente y futura para generar flujo de caja libre. En 2020 el dividendo será 1,68 euros brutos por acción, lo que supone un incremento del 5% anual. Para el periodo siguiente -2021, 2022 y 2023- el aumento será del 1% anual.

Con todo, Llardén focalizó la actividad en España es el papel clave que el gas natural y las infraestructuras gasistas tienen en la transición energética y en los objetivos fijados en el Plan Nacional de Energía y Clima. El presidente de Enagás estima que el Gobierno que salga de las próximas elecciones no perturbará las líneas maestras fijadas, que están en línea con el consenso general de los países del entorno, como Francia y Alemania.

Tampoco se mostró preocupado porque el conflicto político que vive Argelia conlleve problemas en la salida del gas -principal suministrador de España-. Destacó la trayectoria del país magrebí, que ha cumplido con sus contratos incluso en la etapa de la guerra civil provocada por los enfrentamientos con los islamistas. Si bien y pese a la tranquilidad mostrada respecto al comportamiento de Argelia, se felicitó por las infraestructuras existentes en la península, con plantas de regasificación, que permiten la entrada de gas con barcos, y la red de gasoductos.

Enagás pone, asimismo, un pie en el futuro con sus planes para desarrollar actividades relacionadas con la promoción de gases renovables: biometano (a corto y medio plazo) e hidrógeno (a largo plazo).