Los requirimientos realizados por LetterOne, fondo controlado por el financiero ruso Mijail Fridman y primer accionista de Dia, están dando resultados. Este inversor, que controla el 29% del capital de la cadena de supermercados, cuestionó la información dada por el consejo de administración y la dirección de la empresa y, acogiéndose a la ley, solicitó datos adicionales.

Ahora, en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se aclaran algunos términos del acuerdo suscrito el pasado año con Morgan Stanley, por el que el banco de inversión avalaba una ampliación de capital por 600 millones de euros. Esta aportación, que se votará en la próxima junta de Dia -20 de marzo-, queda condicionada a que la compañía de distribución logre una sustantiva reducción de la deuda, aproximadamente del 50%.

En concreto, el contrato firmado por el consejo con Morgan Stanley señala en la cláusula sobre la estructura necesaria para la cadena que la deuda neta no debe superar en 2,25 veces el Ebitda (resultado bruto de explotación) y que no tenga más de 25 millones de euros de endeudamiento con vencimiento antes del 1 de abril de 2021. También deberá contar con liquidez para negociar su plan de negocio durante, al menos, 18 meses.

El cambio en la estructura financiera de Dia es el tema central de las negociaciones que mantiene con la banca acreedora, en la que se contemplan varias medidas con ese fin, incluidas refinanciones y aportación de liquidez. Morgan Stanley mantendría el compromiso pactado antes el 30 de mayo, con lo que si la dirección y el consejo consiguen el respaldo de la junta a su propuesta contarían con dos meses para alcanzar un acuerdo con la banca que mejore sus ratios de deuda.

El consejo reconoce que se ha examinado la posibilidad de reducir el nominal de las acciones si fuera necesario. Las acciones de Dia siguen cotizando por debajo del precio ofrecido por LetterOne.