LetterOne, que será el nuevo responsables de Dia si la opa que ha lanzado logra que acudan accionistas que representen al menos el 35,5% del capital, tiene, además de esa asignatura, otra quizá más difícil de superar en el plazo adecuado. Se trata del logro de un acuerdo con la banca, si bien todo apunta a que los pasos ya logrados por la todavía dirección de la cadena de supermercados juega a su favor. El consejo y la dirección anunciaron justo un día antes de la junta, celebrada este 20 de marzo, un preacuerdo con las entidades financieras -lideradas Santander, BBVA, JP Morgan y Barclays- que posponía hasta 2023 el pago de un préstamo sindicado por más de 910 millones de euros.

No obstante, la banca cuenta con una cláusula que la da poder frente al vehículo de inversión que controla el magnate ruso Mijail Fridman: podría exigir la devolución del citado préstamo en caso de cambio de propietario de Dia, como ha aprobado la junta. Medios consultados estiman que es difícil que elija esa opción, pese a las reticencias que el inversor ruso ha encontrado en la banca. Y se espera que, en las negociaciones que se retoman -el equipo de Fridman ya ha sido interlocutor de la banca-, impondrán nuevas condiciones, como, por ejemplo, que aporte liquidez antes de la ampliación de capital que tendrá lugar cuando acabe la opa. Aportación que serviría para devolver el equilibrio patrimonial a la cadena y que sería superior a los 150 millones de euros.

El plazo para esa transacción se va acercando (menos de dos meses), y, aunque desde LetterOne se ha subrayado que se trata de un mero apunte contable, tendrá que tomar medidas junto al consejo de administración y los directivos que encabeza Borja de la Cierva.

Es esta línea, el consejo de .la cadena señaló ayer, tras la reunión mantenida después de la junta, que trabajara «con el accionista LetterOne, las entidades financieras y sus asesores respectivos para, con la máxima celeridad posible» encontrar una solución en los difíciles plazos a los que se enfrenta.

Mientras, vuelven a emerger algunas de las posibles condiciones que plantean los acreedores, en la que se incluiría la negativa a quitas en la deuda (incluidos los bonistas). Si bien, tampoco se descarta que, en este contexto, LetterOne se acoja a la protección que le puede dar el concurso voluntario de acreedores para negociar.