«Imagínense un mundo sin bancos». Es el reto que lanzó María Dolores Dancausa, consejera delegada (CEO) de Bankinter, a sus accionistas en la junta general. «Estamos tan acostumbrados a tener a nuestra disposición herramientas que nos permiten acceder a la financiación que acabamos casi por despreciarlas», insiste. Para darse cuenta de la importancia del papel de la banca, «sólo hay que ver la correlación que existe entre los países más avanzados y su nivel de bancarización, y cómo éste es inferior en los mercados menos desarrollados».
Conclusión de la primera ejecutiva de Bankinter: «a la banca hay que cuidarla y mimarla» por su «relevante» papel en el desarrollo económico y social, pese a que ahora es un sector que «está literalmente asaeteado por demandas varias ante los tribunales, con una reputación mejorable entre la población y los medios de comunicación».
La CEO de Bankinter enumera los retos de la banca: «situación de bajísimos tipos de interés, las presiones regulatorias, los litigios ante los tribunales por supuestas conductas incorrectas, la acelerada adecuación a la tecnología que modifica drásticamente las relaciones con los clientes, la atención a la ciberseguridad, la presencia en el terreno de juego de nuevas entidades con muy poco peso en sus mochilas».
En este contexto, Bankinter mejorará este año los resultados de 2018 (526,4 millones de euros, el 6,3% más, «el mayor nivel de beneficios obtenido por el banco en toda su historia»). Y lo hará por «la presencia en todos los órganos de decisión de su primer accionista, de quien más interés tiene en su éxito presente y futuro», y porque Bankinter «no tiene ni una dimensión gigante ni pesadas infraestructuras que le impidan responder con agilidad a las correcciones de rumbo que exijan o bien las circunstancias externas o bien los desaciertos internos que podamos cometer».
María Dolores Dancausa cree que en todas las líneas de negocio del banco existe «potencial para atraer nuevos clientes e incrementar el negocio con quienes ya lo son y para hacerlo de forma más eficiente». Destaca Portugal, «que ha demostrado tener un potencial mayor de lo que se anticipaba cuando se adquirió», y el negocio de financiación del consumo adquirido en Irlanda.
En Luxemburgo, donde Bankinter es la única entidad financiera española con ficha bancaria, ya gestiona 2.890 millones de euros, el 10% por encima de 2017. En seguros, además de Línea Directa, la alianza con Mapfre en Bankinter Vida y Bankinter Seguros Generales aporta 28 millones en beneficios, el 11% más. En Vida crece el 5,9%, con una cartera de 85,1 millones; en planes de pensiones, el aumento del 5% en clientes aporta 148 millones; las rentas vitalicias y los PIAS suben el 54,7%; en Multirriesgos y Responsabilidad Civil, el 12,9%; y se ha iniciado la comercialización de seguros de Crédito.
Pero el gran proyecto es el lanzamiento de «una banca de particulares gestionada para grandes volúmenes, con un enfoque enteramente digital», tras la compra de EVO Banco. «Es la mejor oportunidad para penetrar con fuerza en un segmento que tradicionalmente se nos ha resistido, esa banca retail que ha de hacerse con unas estructuras de coste distintas a las convencionales, y con un enfoque nuevo en el modelo de relación con sus clientes».
«Grave crisis reputacional»
El presidente de Bankinter, Pedro Guerrero, habla de una regulación «cada vez más conpleja y más costosa» y que «resulta en ocasiones casi asfixiante». Reconoce «la grave crisis reputacional que vive» la banca, cuya actividad es «esencial para el desarrollo de la economía y para el progreso de la sociedad». Por ello, defiende «realizar nuestra actividad de forma responsable y comprometida con la sociedad y con el entorno».
«Si así lo hacemos no solo recuperaremos nuestra buena imagen y la reputación perdida, también obtendremos los mejores resultados y crearemos mayor valor para nuestros accionistas», subraya.
Pedro Guerrero destaca que Bankinter lleva «ya 6 ejercicios consecutivos creciendo en plantilla, algo insólito en el sector bancario español durante los últimos años, que se ha caracterizado justamente por lo contrario». Y que el banco mantiene el «compromiso de remuneración estable al accionista mediante pagos trimestrales en efectivo», con un pay-out del 50%.
La junta, con una presencia o delegación del 70,56% del capital, aprobó un dividendo que sube el 6,3%. Y el nombramiento de dos consejeros independientes: Álvaro Álvarez-Alonso, que procede de la banca de inversión y privada, y María Luisa Jordá, experta en auditoría, control e inversiones. Ya son 7 de un total de 12, y el peso femenino pasa del 30% al 33%.
Un solo accionista
En la junta solamente intervino un accionista, que habló de «gestión espectacular, de quitarse el sombrero», pidió un aplauso para el consejo, y después de afirmar que el área de Renta Variable «funciona de 10», calificó de «suspenso, de auténtico caos» el de Renta Fija, al no informar del valor real de la cartera ni de los hechos relevantes de las sociedades, y abonar los cupones con muchos días de retraso, y preguntó sobre si Bankinter estaba «en disposición de comprar si hay alguna oportunidad».
El presidente, Pedro Guerrero, asumió las críticas al departamento de Renta Fija, y contesta al accionista: «¿Está Bankinter en situación de comprar? Claro, tenemos fuerza de sobra y capacidad de gestión. ¿Vamos a hacerlo? Comprar una red tradicional no creo, pero las oportunidades que surjan todas las analizamos».
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