Jaime García-Legaz

Parece significativo que el único nombramiento como consejero que apoyó el máximo accionista de Dia, el fondo LetterOne que posee el 29% del capital, haya sido el de Jaime García-Legaz, ex-secretario de Estado de Comercio, en la junta de accionista de esta semana. El fondo que controla el magnate ruso Mijail Fridman rechazó, por el contrario, el de hasta ahora consejero ejecutivo de la cadena, Miguel Ángel Peinado que afirmó que los miembros del consejo no había tenido conocimientos de posibles irregularidades en la gestión y contabilidad. Se trata de un directivo que ya forma parte del pasado.

Es un movimiento que podría encajar dentro de la renovación del consejo y de la dirección del grupo que diseñan y pondrán en marcha los nuevos responsables de la compañía, si la opa, que está en la mesa de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), consigue materializarse con éxito. Si bien dada la situación de la compañía, que está en quiebra técnica, no han podido dejar de tomar medidas desde las horas después del fin de la junta que ha dado el poder a Fridman.

El fondo, que tiene en España como hombre fuerte al francés Stephen DuCharme, se enfrenta ahora a la asignatura más difícil: negociar con la banca la refinanciación de la deuda, con unas condiciones que permitan la renovación de la cadena y ganar cuota en su negocio central. Y la banca, que también ha mantenido conversaciones con el fondo, se ha mostrado hasta ahora más cercana a la dirección, que encabeza todavía Borja de la Cierva.

Pero los accionistas han tomado la decisión que les ha parecido más conveniente, en una junta que no ha movilizado a un gran número de socios pese a su relevancia, y ahora Dia precisa reforzar su equipo interlocutor para negociar con los acreedores -también los tenedores de bonos-, los sindicatos y la CNMV. En este contexto, García-Legaz cuenta con un perfil que le podría permitir a Fridman que parte de las medidas que el grupo va a tener que implementar las dirija una hombre, que además de tener nacionalidad española, puede ser bien acogido en diversos ámbitos.

El puesto al que vaya acceder también formará parte de las conversaciones que los inversores, que aspiran a controlar la cadena de supermercados -han señalado que su inversión tiene vocación de permanencia-, mantendrán con la banca, a partir de la próxima semana.

Para la agencia de calificación Moody’s, la victoria de LetterOne en la junta de accionistas, que aprobó su propuesta de ampliación de 500 millones de euros y rechazó la promovida por el consejo, de 600 millones y avalada por Morgan Stanley, no pone fin a las incertidumbres para los acreedores. Y destaca que el fondo liderado por Mijail Fridman tiene que llegar a un acuerdo con la docena de bancos acreedores, tema que tenía más adelantado el consejo, y que no está dispuesto a amortizar deuda. En la opinión de esta agencia de rating, la propuesta que defendía el consejo era más clara.