La ciudad de Santander sufrió un devastador incendio en 1941, y la presidenta del banco, Ana Botín, recordaba en la junta general de accionistas que el fuego «se quedó a escasos metros de nuestra sede social en Paseo Pereda, salvándose de las llamas». 78 años después, comienza la transformación del edificio, de principios del siglo XX.

El banco presentará «próximamente» a la alcaldía el proyecto completo de renovación de la sede, «que será un regalo del banco a la ciudad y la región de Cantabria, a las que nos une nuestro pasado y futuro», anuncia Ana Botín en la junta.

«El nuevo Pereda estará abierto al público. Estará volcado a la cultura y la tecnología. Ofrecerá las mejores opciones de restauración y ocio. Será el punto de encuentro para los habitantes de Santander y para los turistas», explica la presidenta del Santander.

«Un edificio icónico y protegido que resultará en un espacio donde el pasado y el futuro se encontrarán y serán mostrado de una forma interactiva. Será un local contemporáneo, y una experiencia que represente los principios de nuestro banco y lo que buscamos ofrecer a nuestros clientes», añade Ana Botín, que reitera «nuestro compromiso con Cantabria y con la ciudad de Santander».