Casi 22 millones de españoles (el 46,7% de la población) viven en los 100 municipios más poblados de España, que tan solo suponen un 4% del territorio nacional, señala la firma de sistemas de información geográfica Esri en su portal La España vacía.

Este portal muestra varios mapas que analizan la evolución demográfica española, destacando  los municipios donde más y menos jóvenes se concentran o las provincias que más población pierden.

Del total de 8.116 municipios españoles, el 30% tiene menos de 200 habitantes. El Ejido (Almería) es la localidad que más población ha perdido en el último año: 3.386
personas. En términos relativos, Villarmentero de Campos, en Palencia, ha sido el que
más ha descendido, un 43.8%.

En el extremo opuesto se encuentra Torre del Burgo en Guadalajara, con un aumento del 26.9%, si bien Madrid es el que más población ha ganado, 40.353 habitantes. También es el que tiene mayor saldo interior positivo, siendo la localidad a la que más personas han llegado para vivir procedentes del resto de España (4.282), a diferencia de Barcelona, donde 6.683 personas se han marchado a otros municipios del interior.

En cuanto al saldo de extranjeros, Madrid es la ciudad que más personas acoge (44.701). Mijas es la localidad que más españoles abandonan para irse a vivir fuera de España (5.097). Quiñonería es el municipio más despoblado, con menos habitantes por hectárea (0,001) y, Soria, la provincia con menor densidad de población (0,048 habitantes por hectárea).

Los mapas de Esri muestran cómo la población española envejece a gran velocidad, con una media de edad de 43 años. Ya hay más de 5.000 pueblos en los que viven menos de 1.000 personas, reflejo de la continua despoblación de la España rural. Y ya hay casi 9 millones de españoles de más de 65 años.

La provincia más envejecida de España es Ourense, donde un tercio de la población tiene más de 65 años, a diferencia de Melilla (1 de cada 4 habitantes tiene menos de 15 años).

“El reto demográfico es enorme. La población se concentra en las ciudades y el entorno rural, con su enorme riqueza, se vacía. Analizar los datos de los que disponemos y poner en práctica proyectos que ayuden a optimizar y revitalizar territorios rurales, es esencial, no solo para evitar la despoblación, sino para garantizar
que sus habitantes tengan acceso a los servicios necesarios”, señala Ángeles Villaescusa, directora general de Esri España. “Cada vez hay más información disponible, pero si no la hacemos accesible y la explotamos, pierde su utilidad”, añade.