La CNMV dictamina, por tanto, que el precio de 0,67 euros por acción que ofrece LetterOne en su opa es equitativo. Era ya la única condición puesta para que la oferta siga adelante, lo que evitará, según todos los expertos, que la compañía se enfrente a la quiebra.

Fridman ha ido rebajando el umbral de respaldo de los accionista de la cadena para dar por válida la oferta, desde el 35,5% al 20,9% a eliminar esta cláusula. Lo que estaba en juego era -y sigue siendo- muy relevante como para no reducir las condiciones y asegurarse así un aumento en la presencia del capital de la cadena que le permita tener mayoría en el consejo y controlar la gestión.

Hasta el actual equipo gestor que dirige De la Cierva había resumido la situación en una frase: o la opa de Fridman o la quiebra. En esa quiebra se arrastraba a un plantilla de 40.000 personas (25.000 en España), mientras que los accionistas no recuperarían prácticamente nada. Incluido Fridman, que tiene el 29% del capital, y que ha perdido del orden de los 700 millones de euros por la caída de las acciones en Bolsa.

Ahora, una vez concluya el periodo de aceptación de la oferta, que fue paralizado por el cambio de las condiciones, se abre un nuevo escenario, también difícil, pero en el que la cadena contará con los 500 millones que aporta el primer accionista.

Para la CNMV ha debido ser una decisión complicada, pero ha prevalecido la idea de que esta es la única vía para que Dia continúe operando, que lo hará con un nuevo equipo de gestión. Y sin descartar que se acuda a un preconcurso de acreedores.