Tres factores de éxito en la implementación de la inteligencia artificial

13/05/2019

Victor Garayar, directivo en IPsoft. Es preciso utilizar la IA de forma correcta, eficiente y ética.  

Según Gartner, en los últimos cuatro años la implementación de soluciones basadas en inteligencia artificial ha aumentado un 270%. Pese a esta perspectiva realista y entusiasta sobre el uso de la IA entre las grandes empresas que ofrece el informe de Gartner de 2019 CIO Survey, la realidad muestra que las inversiones en IA representan aún una pequeña parte del gasto total en tecnologías de la información (TI) en todo el mundo y que los CIO (Chief Information Officer o directores de tecnología) deben aprender a usar la IA de manera correcta, eficiente y ética.

Evaluar de una forma estratégica lo que la IA puede hacer por nuestro negocio es fundamental. Además, es importante entender que las iniciativas en IA deben involucrar a toda la empresa, no sólo a algunos departamentos, y que no es un proyecto que se ejecuta y se olvida, sino que vive con la empresa y crece y madura con ella. Dicho esto, creo que hay tres factores fundamentales del éxito.

Primero: aprovechar el entusiasmo
La IA reexamina los procesos de negocio tradicionales para construir un negocio más productivo, en el sentido más amplio de la palabra, creando flujos de negocio completamente nuevos, así como una producción y unos servicios más eficientes. El éxito de nuestro sistema de IA será más fácil de evaluar a medida que las empresas y los empleados tengan más experiencia en la implementación, el conocimiento y el uso de esta tecnología. También, el aprendizaje y la adaptación a las nuevas plataformas de IA nos permitirá obtener una ventaja competitiva en nuestros equipos al combinar el trabajo realizado por los empleados digitales y por los humanos.

Segundo: atreverse a apostar por la IA
Para las empresas demasiado conservadoras, los proyectos de inteligencia artificial a menudo se convierten en una serie de interminables experimentos que emplean recursos, sin entregar ningún valor real. Mi consejo es, por el contrario, invertir adecuadamente desde el principio en la finalidad correcta y no quedarse atascado en el bombo de la IA. Si un proyecto de inteligencia artificial se hace demasiado complejo o demasiado lento, se puede correr el riesgo de que otros competidores reclamen nuestra posición en el mercado. Por eso es muy importante saber qué apuesta realizamos en IA, cuál es nuestro objetivo y asegurarnos de tener los recursos y el ancho de banda adecuados para cumplir con nuestra misión.

Estos nuevos proyectos tecnológicos también significan que se debe trabajar codo con codo con los usuarios,  a fin de obtener de forma continuada sus comentarios y reacciones durante toda la experiencia. De esta forma, será posible evaluar su éxito y no perder el aprendizaje que se produce cuando están expuestos a nuestra solución. La prueba y el error deben ser parte de este proceso, de acuerdo con la teoría clásica de que debes atreverte a cometer errores para poder hacer lo correcto. Los cambios internos que estas implementaciones suponen deben ser visibles para todos en la empresa, y hay que estar preparados para lidiar con posibles preocupaciones o inquietudes, e incluso, problemas. También hay que estar preparados para cambiar de dirección, si fuera necesario. En definitiva, las implementaciones de IA en las empresas deben verse como lo que realmente son, no sólo proyectos tecnológicos, sino como un cambio en la cultura corporativa que se debe analizar y gestionar cuidadosamente.

Tercero: ser realista
Roma no se construyó en un día. La inteligencia artificial lleva merodeando ya algún tiempo, pero es ahora cuando contamos realmente con los recursos necesarios que nos permiten lograr progresos significativos en las empresas. Apuntarse a esta ola requiere un proceso complejo que cuenta con numerosos pasos que debemos seguir. El éxito inicial que a menudo proporcionan los proyectos de inteligencia artificial, contribuye a veces a aumentar las expectativas de continuar brindando valor y rendimiento de forma exponencial en el negocio.

Una clara comunicación acerca de la capacidad del proyecto para aportar valor en la empresa —desde la primera entrega hasta la expansión del mismo a otras áreas o procesos— ayuda a gestionar estas expectativas. Si diseñamos una estrategia paso a paso y formulamos expectativas realistas, nuestra  empresa se puede beneficiar al tiempo que gestiona la asignación de nuevas tareas más creativas  y específicas a los empleados, que irán abandonando paulatinamente aquellas más rutinarias que se van automatizando gracias al uso de la IA. Lo cierto es que como resultado de la IA nuestro negocio cambiará, probablemente de manera radical, pero si tenemos la actitud correcta y un plan realista, podremos lograr resultados medibles y posicionarnos en la primera línea de este cambio.

Victor Garayar, directivo en IPsoft.


Victor Garayar es director de Implementación de Soluciones Cognitivas para el Sur de Europa y Latinoamérica en
IPsoft (en Twitter, @IPsoft), multinacional norteamericana especializada en la construcción de soluciones de inteligencia artificial para las empresas.

 

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