Se aproxima el buen tiempo y con su llegada retomamos uno de los grandes placeres de los días soleados: un almuerzo frente al mar. En España contamos con restaurantes localizados en primera línea de la playa en los que, además, se come bien. Hoy os descubrimos el restaurante La Marina que cuenta con una ubicación privilegiada en la valenciana playa de Las Arenas. Es la gran apuesta gastronómica de Marina Beach Club, el complejo de ocio y restauración de referencia en la ciudad.

El francés Sébastian Gros, chef ejecutivo con más de 20 años de experiencia, ha sido el responsable de diseñar una propuesta basada en el mejor producto fresco mediterráneo y en la cocina tradicional valenciana, desde un punto de vista de vanguardia. El restaurante Marina refleja la riqueza de la región y nos descubre la auténtica cocina valenciana a través de productos selectos y elaboraciones ancestrales. Nacido en la ciudad de Oyonnax, junto a los Alpes franceses y donde su abuelo regentaba un restaurante con estrella Michelin, Gros llegó a España tras desarrollar parte de su carrera en restaurantes igualmente galardonados de su país natal, como Chez Roger, Château Eza o Le Rivage. Pero fue en Valencia decidió instalarse y desde allí dirige a un equipo de más de veinte personas. En la carta destacan platos como el esgarraet con all-i-oli de membrillo -muy rico-, las rosas de alcachofa con vinagreta de miel y trufa, unos huevos rotos diferentes (con cigalitas, langostinos y puerros) y otros entrantes “directos del mar”, como las clóchinas, las tellinas o el sepionet, en diferentes elaboraciones. Imprescindibles resultan la ensalada de tomate del Perelló (una variedad autóctona y dulce) que se sirve con ventresca y el ceviche de corvina del Mediterráneo con granizado de agua de Valencia. Otros platos interesantes son las mollejas de ternera y la gamba roja a la brasa. Todos los panes se hornean en la casa y se culmina con postres caseros como la horchata de chufa, el “valencianito” (zumo de naranja con helado de vainilla y Grand Marnier) o la torrija caramelizada de naranja (imprescindible).

Hay que hacer una mención especial a los arroces cuya elaboración es responsabilidad de Juan Carlos Galbis, primer cocinero en recibir una estrella Michelin en Valencia. En Marina se sirve la auténtica paella: con pollo de corral, conejo, caracoles, alcachofas en temporada, judías verdes y garrofó (una judía autóctona). Además, bajo su asesoramiento la carta incorpora una quincena de arroces entre secos, melosos y creativos. Entre ellos, destaca el arrós dels bous (de pescado con salmonetes, rape y sepia).

El Marina Beach Club tiene más de tres mil metros cuadrados. El edificio principal alberga el Sky (una exclusiva terraza) y el restaurante Marina, de planta circular con vistas panorámicas a la playa de las Arenas y al espigón del puerto. Un olivo domina el salón principal y en las paredes destaca una monumental raíz de teca que llama la atención en cuanto entras, así como una valiosa exposición fotográfica de los antiguos poblados marítimos y balnearios flotantes de Valencia, que busca recalcar la importancia del mar en el desarrollo de la ciudad y en la vida de sus gentes a lo largo de los siglos.  La experiencia continúa en la gran terraza que se prolonga hacia el mar y que da paso a la piscina infinita (abierta desde primavera hasta principios de otoño) rodeada de sofás y sillones estilo chill out, hamacas y cocoons de rafia, ideales para disfrutar de la carta de coctelería y de los bocados japoneses elaborados al momento por un sushiman. En esta zona funciona una carta propia a base de platos ligeros y frescos: ensaladas ricas, anchoas D.O. Santoña, boquerones, ensaladilla rusa o sándwiches.

En definitiva, sea cual sea tu plan, tienes una propuesta en este beach club.