Regalacuento surge porque mi hermana y yo, promotores de esta plataforma, somos maestros; se nos ocurrió esta idea de negocio trabajando con niños y niñas de los primeros cursos de Primaria. Un buen día, les escribimos un cuento donde los personajes eran ellos, con sus propios nombres, y en su colegio. Nos sorprendió la acogida de los niños, se maravillaban de que aparecieran sus nombres en la historia. Pero también nos llamó la atención la reacción del resto de profesores de aquel curso, que nos pedían una copia de recuerdo. Así empezamos a dar vueltas a la idea de que podíamos tener entre manos el mejor regalo para los profes, y el mejor recuerdo para alumnos.

Comenzamos tres hermanos, y lo hicimos sin ninguna inversión inicial. Invertimos mucho tiempo, sin sueldos, viviendo de otros trabajos y con uno de los socios capitalizando el paro. Durante aquel primer año, 2013, vimos que la idea tenía acogida y que nos llegaban clientes. A la vez, fuimos descubriendo las dificultades de empezar tan humildemente: errores por falta de automatización, de formación… Nuestra web era un blog, vendíamos vía correo electrónico y por teléfono, ¡y con 50 pedidos nos vimos desbordados!

Respecto a la financiación, empezamos con muy poquitos fondos, propios, como decía antes, pero sobre todo reinvirtiendo todo lo que entró el primer año, y casi todo lo del segundo. Hasta el tercer curso no cobramos apenas. Eso nos obligaba a seguir compaginando la actividad con otros trabajos, y a su vez, esto nos hacía crecer muy lentos. Hace un par de años ya solicitamos una pequeña línea de crédito para los gastos previos a la campaña, pero no hemos crecido apoyados en más inversiones de terceros.

El regalo perfecto
Los ingresos los obtenemos a través de la gente que nos llama buscando el regalo perfecto para la profesora, y nos envía fotos de los alumnos y del curso. Con eso hacemos un libro personalizado que se puede adquirir en varios formatos. Durante el proceso, varios padres se van animando a pedir también una copia para su hijo, por lo que los pedidos suelen ascender a varios ejemplares.

Nacimos muy, muy pequeñitos, la facturación del primer año no dio para más que para pagar la producción y algo de inversión en la web. Fueron unos 20.000 euros, pero sin gastos. Al tercer año nos fuimos ya a 80.000 euros de facturación y empezó a suponer poder cobrar los dos un pequeño sueldo, además de reinvertir un poquito. Todo muy poco a poco, pero creciendo siempre.

¿Nuestros planes de futuro? Tenemos dos vías de crecimiento muy claras: la primera, la diversificación del producto, con el diseño y creación de diferentes cuentos para eventos, como cumpleaños, comuniones, grupos de amigos, o enamorados. La segunda, la ampliación de fronteras. Estamos ya embarcados en traducciones para ir vendiendo en otros países de Europa.

Ignacio Rivas es CEO y cofundador de Regalacuento.

 

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