Unesa pide una nueva subida de la luz para reducir el déficit tarifario

22/07/2011

Maite Vázquez del Río. Pide que se implanten las energías renovables cuando "estén maduras" y su produción no tenga costes tan elevados.

Los consumidores todavía no podemos encontrar la tranquilidad en el recibo de la luz. Pese al compromiso del ministro de Industria, Miguel Sebastián, de que no volverá a subir el recibido de la electricidad después del incremento fijado en julio (también se había comprometido a no subir la luz en julio), la patronal de las compañías eléctricas, Unesa, ha vuelto a pedir este viernes una nueva subida del recibido de la luz con el fin de recortar el déficit tarifario, originado según el presidente de Unesa, Eudardo Montes, porque las eléctricas tienen más costes que ingresos.

Y esa subida debe realizarse con independencia de que las subastas de energía eléctrica se incrementen o disminuyan. De momento, se van  cumpliendo los planes del Gobierno para rebajar el déficit tarifario. En 2011, en que debe rebajarse a los 3.000 millones de euros, según Montes reconoce, se acabará en esa cantidad. Los últimos datos arrojan un déficit tarifario de 1.700 millones, lo que hace prever que a finales del ejercicio se situará en el entorno de esa cantidad. Y en 2012 el contador deberá situarse a «cero». El compromiso del Ejecutivo es emitir bonos y hasta la fecha ya se han obtenido 7.000 millones por este capítulo. Cabe recordar que en 2010 el déficit tarifario alcanzó los 20.000 millones, «y lo vamos a tener que pagar; no hay la menor duda», afirmó tajantemente Montes.

Montes, que presentó la memoria del sector de 2010, confirmó que el consumo de electricidad en el ejercicio pasado se incrementó un 3%, después de que en 2009 se registrara el primer descenso (5%) de la historia, mientras que un dato destacado es que el 33% de la electricidad consumida procede de las energías de régimen especial (renovables, cogeneración y tratamiento de residuos). También la energía eólica representa ya el 17% de la producción de energía y cerca del 14% de la energía consumida en España.Además, 2010 fue un buen año para la energía hidráulica, gracias a las lluvias registradas, por lo que esta energía también jugo un papel muy importante. Y se está dando entrada a otras tecnologías, como la solar.

Otro hecho destacado de 2010 fue la reducción del 22% de emisiones de CO2 en la producción de electricidad, un comportamiento que no solo se debe a la mayor actividad de las energías renovables, sino también a que las tecnologías convencionales han sido «muy eficientes», incluidas las procedentes de los ciclos combinados y de la energía nuclear. Precisamente, sobre ésta última, Montes aseguró que su situación de seguridad es indudable, al tiempo que no entiende el «apagón nuclear» de Alemania, una reacción que calificó de «excesiva». En España, dijo, el Gobierno ha actuado con tranquilidad, con consultas continuas, un calendario de test de estrés… «todo muy acotado». Sin embargo, Montes reconoció que para dar más tranquilidad habrá que incrementar aún más la seguridad de las centrales nucleares, hasta conseguir que nuevos tsunamis o terremotos no sean tan lesivos como los de Japón.

Y como razones para seguir manteniendo la energía nuclear, Montes argumentó que su desaparición incrementaría las emisiones de CO2 y se incrementaría la dependencia energética. «No creo que en España vaya a pasar lo mismo que en Alemania, aunque es necesario un debate», concluyó sobre este asunto.

Otra de las cuestiones pendientes del sector es el «Pacto de Estado» comprometido por los partidos políticos para diseñar el futuro mix energético. Montes lamentó la lentitud en este aspecto, dado que hasta el momento la subcomisión del Congreso encargada del tema, solo ha elaborado un estudio sobre por dónde se debería ir con el horizonte puesto en 2020, una fecha que ya queda corta, según el presidente de Unesa, porque el sector trabaja a más largo plazo a la hora de realizar sus inversiones y para 2020 «ya está cortada toda la tela». En todo caso, en Unesa se apuesta por la implantación de energías que «ya estén maduras» y cuyo de producción no sea tan elevado. De momento, la energía fotovoltáica, a la que se le augura un gran futuro, todavía «no esá madura» y las primas que se están pagando por ella «son tremendas», ya que el 10% de su precio se corresponde con las primas y ese porcentaje «es mucho».

Asimismo, Montes se refirió a los últimos impuestos que están aprobando las comunidades relacionadas con la energía verde, lo que se está produciendo que en cada comunidad donde se han implantado haya diferentes precios. «Me preocupa que cada comunidad ponga su propio impuesto», afirmó Montes, para quien los gobiernos regionales están utilizando «parámetros poco sensatos e incoherentes», que no tienen en cuenta el impacto medioambiental. Por este motivo, pidió parámetros uniformes y que la mejora medioambiental «sea pagada por todos». En este sentido, aconsejó que los impuestos que se aprueben en esa dirección sean «sensatos en cus cuantía, en los parámetros en los que se basan y que los beneficiarios de esa mejora sean los que la paguen».

Desglose del recibo de la luz

Una de las novedades de la memoria económica de 2010, además de que Unesa ha cambiado de sede y de logotipo, es la explicación de las partidas que componen el recibo de luz en 2010. Montes llamó la atención de que el 55% del recibo se corresponde con los costes del regulador (primas de régimen espcial -18,2 a renovables-, impuestos -18%-, anualidades de déficit anteriores -6,2%-, o compensaciones extrapeninsulares, entre otros), mientras que el 45% es el coste de la energía (24,8% por la generació, 4,6% por el transporte y 16,2% por la distribución). El problema, según Unesa, es qaue la tarifa de acceso en España incluye un importante volumen de costes que obedecen a decisiones de «política energética» y el precio del mercado de generación en España se ha situado en los últimos años en la «banda baja» de los diferentes mercados europeos.

No obstante, si se comparan nuestros precios con los del resto de Europa, en el caso de los consumidores domésticos los costes se sitúan por encima de la media, en 18,51 centimos de euro por kilowatio/hora, frente a los 8 céntimos, por ejemplo, de coste que tiene en Bulgaria, donde se encuentra el precio más bajo. Y en el caso de los suministros industriales, España se situa en el bloque de costes intermedios, junto a Alemania, Irlanda, República Checa y Bélgica

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