Sacyr espera para 2020 que se resuelva el asunto de los sobrecostes en el Canal de Panamá

13/06/2019

diarioabierto.es. El grupo  sopesa entrar en el sector de la construcción de instalaciones de generación de energías renovables para terceros ante el auge que este mercado presenta en todo el mundo.

Sacyr espera que en la primera mitad del próximo año se resuelva una de las mayores reclamaciones que disputa en arbitrajes internacionales por los sobrecostes que afrontó en la construcción del nuevo Canal de Panamá, que ascienden a un total de 5.200 millones de dólares (unos 4.600 millones de euros).

Se trata del importe de 463,1 millones de dólares (unos 400 millones de euros) que pide al país centroamericano por los problemas técnicos que surgieron respecto al basalto y las fórmulas de hormigón empleadas en la obra.

Así lo indicó el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, quien aseguró que la importancia de esta resolución es «más cualitativa que cualitativa».

«La línea en la que el tribunal de arbitrajes de Miami se pronuncie en este primer gran contencioso será piedra angular y marcará tendencia para el resto», explicó ante la junta de accionistas de Sacyr.

En el plano cuantitativo, indicó que en caso de resolución favorable, el importe pasará a engrosar la caja del grupo, toda vez que a primeros de este año terminó de pagar lo que debía a Panamá por los anticipos que en su día recibió para ejecutar la obra.

El total de reclamaciones y los 400 millones que se dirimen el próximo año son referidos al conjunto del consorcio de empresas que construyeron el Canal, que Sacyr lidera con una participación del 41,6%, con lo que obtendría la parte correspondiente.

En cuanto al resto de reclamaciones del grupo y sus socios en el consorcio (la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la local Cusa), Manrique indicó que su proceso de arbitraje va más lento, por lo que su resolución puede demorarse hasta el horizonte de 2022 ó 2023.

Entre ellas, figura la relacionada con las compuertas instaladas en las nuevas esclusas del Canal, una de las principales partes del proyecto, por las que el consorcio de Sacyr pide 593,9 millones de dólares (unos 525 millones de euros).

Durante su intervención ante la junta de accionistas de Sacyr, su presidente manifestó su confianza en recuperar una «parte relevante» de estas reclamaciones. «Esperamos que en este asunto sólo tengamos buenas noticias en el futuro», indicó.

La última estimación que la firma independiente DFL Associate realizó al consorcio sobre el importe que «razonablemente» se podría recuperar fue de 2.057,8 millones de dólares (unos 1.837 millones de euros) el 40% del total que se pide.

Sacyr empieza a atisbar la resolución de estas reclamaciones mientras que este mes de junio pone fin a la relación contractual que tiene con Panamá desde que en 2009 se hizo con la emblemática obra, que está en servicio ya desde 2016, toda vez que concluye el posterior periodo de tres años de mantenimiento.

En este sentido, Manrique aseguró que el contrato concluye sin incidencia alguna, después de que en estos tres años cruzaron por el nuevo canal unos 6.500 barcos. «Sacyr ha realizado con éxito total la obra más complicada y emblemática del mundo», destacó.

Construcción de renovables

Sacyr sopesa entrar en el sector de la construcción de instalaciones de generación de energías renovables para terceros ante el auge que este mercado presenta en todo el mundo por las nuevos planes gubernamentales de fomento de la energía limpia.

«El grupo avanza en la entrada en nuevas líneas de negocio como las energías renovable», indicó el presidente de la compañía, Manuel Manrique, durante la junta de accionistas en referencia a su división de ingeniería y construcción.

Manrique detalló que este negocio se contempla como constructor y no como promotor y comercializador de energía, si bien no descarta participar puntualmente en la promoción de algún proyecto.

Sacyr no es ajeno al sector de las renovables, dado que gestiona tres plantas de biomasa que generan unos 50 megavatios (MW) de potencia.

Además, el grupo plantea entrar en la construcción de este tipo de instalaciones en tanto Repsol, grupo energético del que es primer accionista con una participación del 7,8%, está impulsado su posicionamiento en este tipo de energías limpias.

El posicionamiento en este negocio con su división de construcción constituye una de las líneas de la nueva estrategia de Sacyr emprende toda vez que ha dado por cumplidos en 2018, con dos años de antelación respecto a la fecha prevista de 2020, los objetivos que se marcó en el plan que lanzó en 2015 para «estabilizar la compañía».

El resto de grandes objetivos del grupo, además del ya anunciado de orientar su política de crecimiento e internacionalización hacia el negocio de concesiones, son la de continuar reduciendo su deuda con recurso, actualmente de 1.139 millones de euros, y aumentar la retribución al accionista, toda vez que el pasado año recuperó el pago de dividendo recurrente a los socios.

Negocio recurrente en EEUU

En cuanto a la internacionalización, Sacyr busca extender su actividad, actualmente centrada en Europa y Latinoamérica, hacia Estados Unidos, Canadá y Australia, y tener estos tres países también como mercados «recurrentes».

El grupo, que ya logró colarse el pasado año en Estados Unidos con obras de construcción que ya suman 400 millones, pretende desembarcar en nuevos mercados con el negocio de concesiones.

En paralelo, seguirá creciendo en sus ‘home markets’ como es Italia, donde incluso prevé lanzar junto otros inversores un fondo de inversión a través del que pujar por nuevos proyectos concesionales en el país.

Con todo, el grupo confía que el negocio de concesión de infraestructuras aporte el 80% de su beneficio bruto de explotación (Ebitda) este año y un 85% en 2020, frente a la tasa del 75% de 2018.

El presidente de Sacyr garantizó que el grupo aborda esta nueva fase con una estrategia «clara y prudente» y con una gestión «ética y responsable» y, gracias a su actual «solvencia», eligiendo socios, proyectos y accediendo a financiación.

«Somos dueños de nuestro destino y futuro», aseveró Manrique. «Sacyr es una compañía global, sólida y rentable», añadió para, en referencia a su nueva estrategia remarcar que es un «grupo netamente concesional con dos ingenierías y una firma prestadora de servicios».

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