Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de Anfac, con Amancio Fernández, codirector del curso de la Apie. (Fotografía de Manuel Casamayón / Apie)

Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de la patronalde los fabricantes de automóviles Anfac, afirma en el curso de la Apie en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander que es imprescindible que España potencie la industria del coche eléctrico, que apenas representa en la actualidad el 0,8% de las ventas. Pero avisa que para ello hay que invertir en la infraestructura ligada a estos vehículos: «Hoy sólo contamos con 3.000 puntos de recarga, y serán necesarios 830.000 para abastecer este mercado».

España es el último de la clase en Europa en implantación de esta infraestructura, y solamente Italia está en una situación peor.

Armero aprovecha también para reclamar un IVA reducido para incentivar las ventas de coches eléctricos y ‘verdes’.

El ejecutivo de Anfac rechaza que la caída de la comercialización de los coches diésel sea culpa de unas declaraciones de Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica: «Sus palabras no ayudaron, pero no son la causa de los problemas». Y subraya la dispersión de legislación sostenible en España, con cinco leyes distintas contra el cambio climático. «No creo que sea la mejor solución para abordar una acción conjunta», recalca.

También señala que la venta de coches lleva ocho meses consecutivos de bajadas, y pronostica que terminará el año con un descenso de entre el 2% y el 4%. Para 2020 es ligeramente optimista, ya que contempla un crecimiento 0. «El coche ha dejado de ser un producto aspiracional para los jóvenes, y hay muchos vehículos que deberían ser achatarrados y siguen en circulación», se queja Armero, que pronostica que en 2022 la antigüedad media del parque de vehículos en España superará los 13 años.

El negocio de la movilidad alcanzará los 300.000 millones de euros en un futuro más o menos cercano, concluye el vicepresidente ejeciutivo de Anfac.