La periodista Raquel Roca acaba de presentar el libro Silver surfers (LID Ed., 2019). En él llama la atención sobre la tasa de envejecimiento en los países europeos, pues se ha triplicado en los últimos 40 años. Y dice de España que “ya es el país más saludable del mundo y el que tiene mayor esperanza de vida ¡incluso por delante de Japón! Nuestra esperanza de vida se incrementa cinco horas cada día. Ya estamos llegando a los 100 años, biológicamente somos diez años más jóvenes, pero tenemos un problema: la escasez de nacimientos provoca un ritmo de envejecimiento social del 150%. Entramos en una nueva era de longevidad humana que afecta a todo, especialmente al trabajo”.

Autora también de los libros Y este crack ¿te suena? (Alienta Ed., 2014) y Knowmads (LID Ed., 2018), en Silver surfers Roca hace hincapié en que si bien vivimos hasta los 80 o 90 años, o incluso más, apenas tenemos gente joven (en 2050 los mayores de 65 años serán más del doble que los menores de cinco). Y advierte esta periodista que ha trabajado paraTele 5, Yo Dona, Elle o Canal Sur: “Los sistemas económicos, de pensiones, empresariales, así como nuestra planificación del futuro deben cambiar drásticamente, o no llegaremos en las condiciones que nos gustaría. Demográficamente, la fuerza del trabajo recaerá en los que ahora tienen entre 40, 50 y 60 años; sin embargo, es aquí cuando más discriminación laboral, prejuicios y barreras invisibles se generan (edadismo)”.

Según Roca: “Nuestra larga vida nos invita y obliga a desarrollarnos como trabajadores ágiles, en continuo aprendizaje (learning agility) y a explorar soluciones nuevas con las que hacer frente a una longevidad profesional con la que casi nadie contaba. El futuro será para los robots y la inteligencia artificial sí, pero combinado con el poder de los silver surfers: profesionales séniores de talento plateado (silver), generadores y receptores de una nueva economía (silver economy), que diseñan su hoy y también su retiro; surfers porque quieren seguir estando en la cresta de la ola profesional y no aceptan un presente-futuro invisible ni inactivo. El futuro también será para las empresas que generen una correcta estrategia de age management, porque contar con el talento silver marcará la diferencia”.

Raquel Roca, quien además dirige el Máster de Gestión del Talento en la Era Digital impartido en La Salle, es también conferenciante, consultora y docente para empresas como Microsoft, BBVA, L’Oréal, Ikea, Banco Santander, GSK o Volvo. La periodista accede a contestar estas preguntas:

♦ diarioabierto.es: Si el 46% de los desempleados de larga duración son mayores de 45 años, el subtítulo de su libro resulta demasiado optimista, ¿no le parece? Raquel Roca: El optimismo es la actitud que mueve hacia delante, el pesimismo es paralizante, así que siempre optaré por la primera opción. Pero en verdad no es optimista, es lo que nos dice la demografía: por ejemplo, según proyecciones del INE para los próximos años, descenderá la población joven en edad de trabajar (menores de 50 años); pasará del 62% en 2017 a un 54% en 2027 y a un 53% en 2031. En el mismo intervalo y dentro de esta misma población, aumentará el número de personas de más de 50 años, que pasarán del 38% en 2017 al 46% en 2027 y al 47% en 2031. Sigamos añadiendo años, y bajando unas cifras y subiendo otras… Es decir, por una cuestión de “tangible” o “efectivos” el futuro laboral sin duda será para los mayores de 40 y 50.

♦ diarioabierto.es: Ante el incremento de la esperanza de vida, y aprovechando el enorme desarrollo tecnológico, en lugar de alargar la vida laboral de las personas, ¿no sería mejor apostar por mejorar nuestro bienestar antes y después de la jubilación?
R.R.: En el libro se explica que la vida laboral más larga, curiosamente a lo que pensamos, también nos ayuda a alargar la vida. Cuando tenemos un propósito, una conexión con el mundo que nos da sentido, que nos realiza, vivimos más. Por supuesto no necesariamente tiene que ser con contraprestación económica, y hay alternativas de funciones de servicio y utilidad a los demás que no son solo trabajo, pero sin duda trabajar es una de ellas. A esto hay que sumarle que cada vez iremos bajando el número de horas laborales, y que además gran parte de las funciones estarán asociadas a lo digital, no al esfuerzo físico. Trabajar no es sufrir, o no debiera serlo, es un paradigma antiguo. Por supuesto el bienestar, poner a las personas en el centro de modelo de negocio (incluido el empleado) es algo que ya está pasando en las empresas, y que antes ni se contemplaba.

♦ diarioabierto.es: Hay personas mayores de 40 años que carecen de los recursos y la capacitación suficientes para acceder y utilizar la tecnología. En un mundo de actualización tecnológica constante, ¿no cree que estas personas están abocadas a la exclusión laboral?
R.R.: Sí, por eso la llamada a la conciencia y acción de este libro.

♦ diarioabierto.es: Un informe reciente publicado por PageGroup revela que los altos directivos tienden a sufrir mayores niveles de estrés y ansiedad. ¿Podría ser que parte del problema derive del nivel de exigencia que supone permanecer constantemente actualizados en el uso de las tecnologías?
R.R.: Más que las tecnologías el gran factor de estrés actual es el cambio constante. Pero nos ha tocado vivir y trabajar, nos guste o no, nos parezca injusto o no, en una época en la que el cambio es y será una constante, pues recordemos que esta Era es digital y liquida. Por lo tanto, lo que debemos aprender es a gestionar mejor el cambio y fluir con él. Por supuesto se pueden mejorar muchísimo las cosas al respecto (las estrategias de cambio son casi inexistentes) en las compañías.

♦ diarioabierto.es: ¿Se podría combatir el edadismo con legislación?
R.R.: Quizá ayudaría en parte, pero es sobre todo una cuestión educacional, de sensibilización, de conciencia. De darnos cuenta de que todos tenemos el mismo destino: hacernos mayores, y luego más mayores…. ¿Cómo queremos que nos traten entonces, igual que nosotros tratamos a las personas mayores de ahora? No solo en el trabajo, vida social, etc.

♦ diarioabierto.es: La gestión del talento sénior es uno de los grandes desafíos para la empresa actual. ¿Cuáles serían, en su opinión, las medidas prioritarias para lograr los mejores resultados?
R.R.: Trabajar una estrategia de age management transversal. Primero tener una actitud que se conoce como “empresa pro aging”, a favor y no en contra de la edad. Comprender las ventajas de desarrollar una política empresarial enfocada en la gestión de la edad (como ya se hace con diversidad de género y cultural). Socavar los estereotipos negativos del envejecimiento, reducir el sesgo de edad en el reclutamiento, promover el trabajo flexible de buena calidad, gestión de expectativas de carreras, proyectos de retirement planning… ¡Se pueden hacer muchísimas cosas!

♦ diarioabierto.es: ¿Podría el Gobierno ayudar a los ciudadanos a surfear mejor? Si es así, ¿con qué medidas?
R.R.: Sin duda, sí. Apostando por las nuevas tecnologías y los ecosistemas de innovación abierta, que se fijen en lo que está haciendo la ciudad finlandesa de Tampere, por ejemplo, y en otros países cercanos y grandes referentes; apoyando el emprendimiento, no solo el empleo; mejorando la regulación de los autónomos porque cada vez habrá más. y dejando de pensar en el corto plazo para ayudarnos a construir un futuro silver en el medio y largo.

♦ diarioabierto.es: ¿Es más difícil para las mujeres ser silver surfers? Si es así, ¿qué se podría hacer para ayudarlas?
R.R.: Por desgracia, aún sí. Tiene mucho que ver con la brecha de género salarial y con una cuestión cultural y familiar, pues ellas suelen ser además las responsables de la carga familiar, que a estas edades suele venir por abajo (todavía hijos en dependencia) y por arriba (padres ya mayores a quienes atender y cuidar). Las mujeres silver en España cobran menos y se jubilan también anticipadamente en comparación con otros países, pero más tarde que los hombres.

♦ diarioabierto.es: En su opinión, ¿deberían los robots cotizar a la Seguridad Social o sería oportuno diseñar un impuesto para las tecnologías que destruyen empleo, a fin de asegurar el sistema de pensiones?
R.R.: Es muy complejo este tema, está lleno de variables posibles por lo que no hay (o yo no tengo) una respuesta clara al respecto. Lo que sí parece obvio es que el sistema de pensiones tal y como lo conocemos (que se inventó en otro siglo) está agotado y no funciona más, y que sin duda deberemos explorar nuevas vías de mantener el equilibrio social. Las tecnologías destruyen empleo pero también lo crean. Veremos en la tercera fase de esta cuarta revolución industrial (más bien digital) si ocurre como en todas las anteriores, y somos capaces de fomentar la expansión y crear más empleo.

♦ diarioabierto.es: Usted es periodista, una profesión que se ha visto impactada por los cambios tecnológicos y por la crisis económica, que supuso una merma en los ingresos publicitarios de los medios de comunicación. ¿Podría facilitar recomendaciones para periodistas que se aspiren a ser silver surfers?
R.R.: Un periodista debiera tener, por su naturaleza, muchos lazos para ser silver surfer de manera más o menos sencilla. Porque le ayuda su curiosidad (mentalidad de exploradores), su actitud de emprendimiento o freelance (aprendemos pronto a buscarnos la vida), sus inevitables competencias digitales… Y muchos de ellos ya trabajan su marca personal, a través de las redes sociales.

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