La confederación de pequeñas y medianas empresas Cepyme ha afirmado hoy que las pymes “están cumpliendo” con el registro obligatorio de la jornada laboral diaria a pesar de los costes y cargas que ello implica, según ha dicho la responsable de diálogo social de los pequeños y medianos empresarios, Teresa Díaz de Terán durante una sesión sobre economía laboral organizada por el Consejo General de Economistas de España.

Según la responsable de Cepyme, la norma del registro horario se está cumpliendo en las empresas, a pesar de que esta implica nuevos costes económicos y organizativos para las compañías, y que, además, no responde al modelo de “confianza” que rige en su opinión las relaciones actuales entre empresarios y trabajadores.

Tampoco es acorde con las nuevas modalidades de trabajo, como el teletrabajo, ha sentenciado en referencia a esta nueva obligación vigente desde mediados del pasado mes de mayo.

Para UGT, en cambio, el registro diario de jornada es una herramienta “imprescindible” para acabar con los “abusos e incumplimientos continuos” de la norma de tiempo de trabajo, y con los 140 millones de horas extras que no se pagaron ni cotizaron el año pasado en España, según los datos de la encuesta de población activa (EPA) manejados por María Higinia Ruiz, la abogada del sindicato que participó en la sesión.

Por su parte, para el presidente de la sección de Laboral del Colegio de Abogados de Madrid, Javier Hervás, la obligación del registro de jornada diario se ha convertido en la “piedra angular” de la organización del tiempo de trabajo en las empresas, al tiempo que ha recordado la obligación de las firmas de pactar su aplicación con los trabajadores.

Según Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas, el nuevo registro horario diario sigue planteando algunas “dudas” respecto a algunas actividades de arraigada flexibilidad horaria.

Quién paga la mochila austriaca

Además, una segunda mesa de trabajo se centrado en la llamada mochila austriaca, un sistema de indemnización por despido ensayado en el país centroeuropeo que sustituye la antigua indemnización por despido por un fondo donde se acumula anualmente un 1,5% del salario del trabajador, a modo de indemnización, y que este puede trasladar de una a otra empresa, reforzando la movilidad entre empresas de la mano de obra, o cobrar cuando se jubile.

Según los diversos intervinientes, la mochila austriaca tendría la ventaja de facilitar la movilidad entre empresas de los trabajadores, reforzaría el llamado segundo pilar del sistema de pensiones – los planes de empresa – y reduciría la llamada dualidad entre los trabajadores con un contrato indefinido y los que tienen uno temporal.

Sin embargo, para implantarla en España, primero hay que vencer la resistencia de los sindicatos, según ha afirmado el profesor de la escuela de negocios IESE Sandalio Gómez.

Gómez ha resaltado que en Austria el fondo se financia con un 1,5% del sueldo anual del trabajador con cargo a los empresarios si bien su implantación supuso la desaparición de la indemnización por despido objetivo para los trabajadores con más de tres años de antigüedad, los únicos que tenían derecho a esta indemnización en aquel país.

“El tema a resolver en España es precisamente la reducción de la indemnización por despido, que los sindicatos no aceptan”, ha concluido.