Gracias a unos dispositivos convertidores, cuando las olas rompan contra los diques de los puertos valencianos, su movimiento, toda su fuerza en forma de energía mecánica, se podrá aprovechar para aportar electricidad al alumbrado público. Esta iniciativa undimotriz está incluida en un proyecto en el que participa el Ayuntamiento de Valencia denominado MatchUp. Su coordinador, Ernesto Faubel, explicó cómo se transforma esa energía, también denominada olamotriz, en la jornada Emprendimiento Azul, celebrada el 2 de julio en Las Naves (Centro de Innovación del Ayuntamiento de Valencia), un lugar donde se abordan cuestiones relativas a la movilidad, la energía, la salud, la agroalimentación y la cultura.

La jornada Emprendimiento Azul se enmarca en el proyecto Maestrale, iniciativa dentro del Interreg MED 2014-2020 cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional con el objetivo de sentar las bases de una estrategia para el despliegue de energía marítima en el área mediterránea. Cabe destacar que trabajar sobre el desarrollo de la energía azul (tanto oceánica como eólica marina) es clave para enfrentar uno de los mayores desafíos de la UE; una transición energética a un sistema flexible e interconectado basado en recursos renovables. De hecho, bajo condiciones regulatorias y económicas favorables, la energía azul podría satisfacer el 10% de la demanda de energía de la Unión Europea (UE) para el 2050.

En esta cita, en la que participaron más de 70 personas, se debatió sobre el futuro de las energías azules o renovables marinas y su impacto en el mar Mediterráneo. Y se destacó que las energías marinas están entre las renovables con más futuro, por su alto impacto social, además de turístico, medioambiental y pesquero. Sólo en la Comunidad Valenciana la economía azul crea 280.000 empleos, según el Estudio sobre la Economía Azul en la Comunitad Valenciana, elaborado por la Consejería de Hacienda y Modelo Económico, y que presentó Eduardo Armer, del Grupo Imedes. Durante su intervención Armer destacó la necesidad de proponer un clúster marítimo que “agrupe e impulse en conjunto a la Administración Pública, al sector empresarial, a los investigadores y al sector educativo, a fin de desarrollar proyectos conjuntos y acceder a programas europeos”.

Vicente Tasso, coordinador técnico en Oceansnell, habló de la normativa ambiental vigente y de los informes de compatibilidad, necesarios para poder poner en marcha proyectos de energías renovables marinas. Además, Ruth Yagüe y Miguel Ángel García, del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI); Javier Mínguez, del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y Ramón Ferrandis, director del Área Económico Financiera del Centro Europeo de Empresas e Innovación de Valencia (CEEI), explicaron las oportunidades de financiación existentes para todos los emprendedores, pymes o startups que estén pensando en emprender en el sector de las renovables, así como los pasos a seguir para poner en marcha plantas de energía azul, un asuntó que abordó Javier Abanades, jefe de Modelado Hidrodinámico en Typsa, utilizando como ejemplo su dispositivo Gravi3.

Mesa redonda celebrada en la jornada Emprendimiento Azul.

Un mar de actores
También se celebró una mesa redonda, en la que participaron Enrique Ferrer, secretario-gerente de la Cofradía de Pescadores de Gandia; Jose Luís Fayos, responsable del Área Técnica y de Internacionalización de ANEN, así como Tasso y Abanades. Todos coincidieron al destacar la importancia de tener en cuenta a “todos los actores que participan en el mar”, para que resulte compatible la coexistencia de sistemas de energía renovable marina con las actividades náuticas recreativas, la pesca, el impacto medioambiental y el turístico. Finalmente, Roberto Touza, estuvo a cargo de un taller de innovación en modelo de negocio, teniendo en cuenta cuáles son los puntos más importantes que se deben contemplar y cómo se puede proteger.

Más información
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⇒ Ver en Youtube la construcción del proyecto marino GRAVI3