Oporto es un destino portugués imprescindible y que además está de moda en toda Europa durante los últimos tiempos. Una ciudad que se encuentra a poco más cincuenta minutos de vuelo desde Madrid y que cuenta con un fácil acceso por carretera desde otros muchos puntos de España. Fusiona bodegas centenarias, buena gastronomía, arquitectura antigua, fachadas de cerámica, música, navegación y mucho más. Pero, ¿dónde alojarnos? Hoy hacemos un repaso por los establecimientos portuenses de la cadena Pestana, el mayor grupo internacional de turismo y ocio de origen portugués.

De origen familiar, cuenta con casi 50 años de historia empresarial en el mundo de la hostelería, está presente en quince países y es experto en seleccionar localizaciones emblemáticas y edificaciones premium para sus establecimientos, algunos de los cuales forman parte de prestigiosas marcas internacionales, como Preferred Hotels & Resorts, The Leading Hotels of the World y Small Luxury Hotels.

En Oporto cuentan con algunos de los hoteles más interesantes de la ciudad. Comenzamos por La Ribeira, la zona más animada. Con el río Duero a tus pies y la parte histórica y monumental al lado, el Pestana Vintage Porto es la mejor opción para ir caminando a todas partes. Una sucesión de coloridos edificios tradicionales de los que aparecen en todas las postales. Lo mejor es cuando abres la ventana de tu dormitorio y encuentras una inolvidable panorámica sobre la vecina Gaia y casi sientes que puedes tocar con tus dedos el puente de Don Luis I. Además, el Pestana Vintage ofrece una completa oferta gastronómica. Los desayunos con las mejores vistas se disfrutan desde su terraza. Y los más carnívoros no se pueden perder su restaurante RIB: destaca por sus excelentes cortes de vacuno.

Café A Brasileria

A apenas diez minutos caminando por sus empinadas calles se encuentra, en pleno downtown, el hotel A Brasileira, un cinco estrellas recién inaugurado en un edificio monumental con una fachada preciosa. Su joya es la cafetería del mismo nombre, un lugar mítico en la ciudad repleto de encuentros personales y anécdotas que fue inaugurada en 1903; desde entonces ha sido frecuentada por celebridades, políticos y estrellas de cine. Es una parada obligada (tanto para los habitantes de la ciudad como para los viajeros) si quieres tomar un café excelente acompañado de algunos dulces caseros entre cristales, mármoles, azulejos y espejos. No hay que perderse su bizcocho casero (sin azúcar) de frutas, nueces y canela o su tarta de chocolate. También es muy recomendable para cenar su elegante restaurante.

Palacio da Freixo

Para los que buscan el gran lujo cosmopolita en una localización inigualable, en la misma orilla del Duero y además prefieren tranquilidad y relax en un impresionante edificio de arquitectura diocechesca, el Palácio do Freixo es su alojamiento perfecto. Entorno natural a pocos minutos del bullicio y un entorno distinguido.

Azotea Goldsmith

Los amantes de los hoteles urbanos, elegirán el Porto Goldsmith, en pleno corazón de la ciudad. Su secreto es la azotea, de nombre Auru Rooftop y con vistas a la avenida de los Aliados: está animadísima al caer el sol y preparan unos cócteles de autor muy ricos que presentan en una carta muy especial: ¡un reloj de pared que funciona!